“El padre Karadima salió cuatro veces durante un año: una vez llamado por la ministra en vista para dar sus declaraciones y tres veces para ir al dentista. El testimonio que yo tengo de las hermanas que lo cuidan, es que nunca ha salido más de dos horas y media. Esa es la verdad”.
Consultado por qué no fue también a dar su saludo de Navidad a los denunciantes del sacerdote Karadima, monseñor Ezzati precisó: “Yo a los cuatro denunciantes les envié un saludo de Navidad. Espero que les haya llegado. Lastimosamente no sé muchas veces dónde viven, porque un momento están en Chile y otro están fuera. Pero yo quiero expresarles toda mi solidaridad, toda mi cercanía, como lo he hecho siempre. Un delito es siempre un delito, aunque a los que cometen delitos se les debe tratar también con misericordia. El buen pastor tiene que cargar sobre sus hombros también a la oveja perdida. Y es lo que he tratado de hacer como pastor. A lo largo de esta semana he visitado las cárceles de Colina, de menores, de mujeres; he celebrado el día 7 todo el dolor de aquellos que han fallecido en la cárcel de San Miguel y sus familias; he visitado a sacerdotes ancianos; he visitado a familias que están viviendo en la pobreza, y creo que esa es mi tarea (…) También muchas veces el buen pastor tiene que quedarse atrás, en la retaguardia, para cargar sobre sus hombros a aquellos que han caído”.
Fuente: DOP www.iglesiadesantiago.cl