Benedicto XVI ha expresado su intención de viajar antes de la Santa Pascua a México y Cuba, “para proclamar allí la Palabra de Cristo y se afiance la convicción de que éste es un tiempo precioso para evangelizar con una fe recia, una esperanza viva y una caridad ardiente". Un deseo de viajar a estos países latinoamericanos largamente aplaudido por los fieles asistentes a la celebración.
Durante la Santa Misa celebrada este lunes 12 por la tarde en la Basílica de San Pedro, con ocasión de la solemnidad de Nuestra Señora de Guadalupe y coincidiendo con el bicentenario de la independencia de muchos países latinoamericanos y del Caribe, el Papa resaltó “la gratitud por el gran don de la fe recibida”.
“Mientras se conmemora en diversos lugares de América Latina el Bicentenario de su independencia, el camino de la integración en ese querido continente avanza, a la vez que se advierte su nuevo protagonismo emergente en el concierto mundial. En estas circunstancias, es importante que sus diversos pueblos salvaguarden su rico tesoro de fe y su dinamismo histórico-cultural, siendo siempre defensores de la vida humana desde su concepción hasta su ocaso natural y promotores de la paz; han de tutelar igualmente la familia en su genuina naturaleza y misión, intensificando al mismo tiempo una vasta y capilar tarea educativa que prepare rectamente a las personas y las haga conscientes de sus capacidades, de modo que afronten digna y responsablemente su destino. Están llamados asimismo a fomentar cada vez más iniciativas acertadas y programas efectivos que propicien la reconciliación y la fraternidad, incrementen la solidaridad y el cuidado del medio ambiente, vigorizando a la vez los esfuerzos para superar la miseria, el analfabetismo y la corrupción y erradicar toda injusticia, violencia, criminalidad, inseguridad ciudadana, narcotráfico y extorsión”.
Al igual de hizo Juan Pablo II, Benedicto XVI ha expresado su deseo de “animar el afán apostólico que actualmente impulsa y pretende la «misión continental» promovida en Aparecida, para que «la fe cristiana arraigue más profundamente en el corazón de las personas y los pueblos latinoamericanos como acontecimiento fundante y encuentro vivificante con Cristo” (V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, Documento conclusivo, 13).
“Que la luz de Dios brille, pues, cada vez más en la faz de cada uno de los hijos de esa amada tierra y que su gracia redentora oriente sus decisiones, para que continúen avanzando sin desfallecer en la construcción de una sociedad cimentada en el desarrollo del bien, el triunfo del amor y la difusión de la justicia”, sostuvo el Vicario de Cristo.
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Texto Homilía del Santo Padre
Fuente: Radio Vaticano - Prensa CECh