La prensa oral, escrita y televisiva se ha hecho eco de esta noticia, comentándola muy favorablemente. El anterior Comunicado de Prensa de la Comisión Pontificia para América Latina, en el que se dio el primer anuncio, fue reproducido por todas las páginas web de las Conferencias Episcopales nacionales, así como la del CELAM. El vivo interés suscitado ha sido acompañado por expresiones de afecto, gratitud y alegría dirigidas a Su Santidad Benedicto XVI, congratulándose por esta feliz y significativa iniciativa. Con esta liturgia en la Basílica vaticana, la Santa Sede participa en las muy diversas conmemoraciones y celebraciones que se están sucediendo en casi todos los países latinoamericanos, ofreciendo además su propia contribución original como mirada católica a los procesos de independencia y al legado de cuestiones y desafíos que se han vivido desde entonces.

Signo de este interés y agradecimiento ha sido la pronta respuesta de los episcopados de los países latinoamericanos en delegar representantes para dicha ceremonia religiosa y de Obispos que, por propia voluntad, han decidido concurrir a ella. Entre ellos, han asegurado su presencia los cardenales Nicolás de Jesús López Rodríguez (Santo Domingo), Norberto Rivera Carrera (Ciudad de México), Jaime Ortega y Alamino (La Habana), Oscar Rodríguez Maradiaga (Tegucigalpa), Juan Luis Cipriani (Lima), Raymundo Damasceno Assis (Aparecida, presidente de la Conferencia Nacional de Obispos del Brasil) y Francisco Javier Errázuriz (emérito de Santiago de Chile), los arzobispos Nicolás Cotugno (Montevideo), Pastor Cuquejo (Asunción), Víctor Sánchez (Puebla) y Andrés Stanovnik (Corrientes, Argentina), el obispo José Luis Lacunza (David, presidente de la Conferencia Episcopal de Panamá) y seguramente otros más que llegarán en los días previos. La Conferencia Episcopal Española ha designado a los arzobispos de Sevilla y Segovia para concurrir al evento en Roma.

Esta atención, beneplácito e interés ha desbordado los confines eclesiásticos y ha hecho que el gesto pontificio se convierta en acontecimiento para toda América Latina. Estarán presentes también algunos Ministros de gobierno y personalidades públicas y académicas de diversos países latinoamericanos. Por supuesto, que estará presente todo el Cuerpo Diplomático de los países latinoamericanos acreditados ante la Santa Sede, pero no faltarán las representaciones diplomáticas de España y Portugal, de Estados Unidos y Canadá, y ciertamente también de muchos otros países. También estarán presentes representantes del Cuerpo diplomático latinoamericano acreditado ante Italia.

Una invitación especial ha sido cursada a los latinoamericanos que, a diverso título, prestan servicio en los diferentes dicasterios y organismos de la Santa Sede, a los religiosos y religiosas latinoamericanas que viven en casas generalicias en Roma o hacen sus estudios en las Universidades pontificias y a los sacerdotes y seminaristas latinoamericanos acogidos por los numerosos Colegios pontificios romanos para que puedan realizar sus estudios en la urbe.

La Comisión Pontificia para América Latina, con carta firmada por su Secretario, el Dr. Guzmán Carriquiry, reproducida en centenares de copias, se ha dirigido a los empleadores de trabajadores latinoamericanos en Roma para pedirles, como gesto de benevolencia y solidaridad, que permitan a estos latinoamericanos ausentarse de los lugares de trabajo por las horas de duración de la celebración eucarística en San Pedro. El Rev. Padre Antonio Guidolin, capellán del Vicariato de Roma para las comunidades latinoamericanas de inmigrantes en Roma, las ha distribuido ampliamente.

La Celebración Eucarística del 12 de diciembre contará obviamente con toda la dignidad y belleza que el Santo Padre indica como propias de la liturgia eclesial, bajo el cuidado competente del Maestro de las Celebraciones Litúrgicas Pontificias, y tendrá a la vez fuertes resonancias latinoamericanas. Presidida por el Santo Padre, será concelebrada por el Cardenal Tarcisio Bertone – Secretario de Estado -, el Cardenal Marc Ouellet – Prefecto de la Congregación para los Obispos y Presidente de la Comisión Pontificia para América Latina, el Cardenal Norberto Rivera (por el mundo hispanoamericano) y el Cardenal Raymundo Damasceno (por el mundo lusoamericano). Es interesante destacar que éste último proviene del país que tiene mayor número de bautizados en toda la catolicidad, mientras que el Cardenal Rivera lo hace del país hispanohablante con el mayor número de católicos (al que se podría agregar las multitudes católicas de hispanos en los Estados Unidos que provienen de México).

Dos jóvenes por cada país latinoamericano, escogidos por las respectivas Embajadas ante la Santa Sede, ingresarán con sus respectivas banderas nacionales por la nave central de San Pedro a las 17.00 y, después de un breve saludo de homenaje a la imagen de Nuestra Señora de Guadalupe colocada a los pies del altar, se colocarán al costado y detrás del altar de la cátedra durante toda la celebración.

El Cardenal Marc Ouellet, en su calidad de Presidente de la Comisión Pontificia para América Latina, dirigirá unas palabras de saludo, homenaje y gratitud al Santo Padre al comienzo de la celebración.

Las oraciones y cantos de la Santa Misa serán en español y portugués. Un coro invitado especialmente para esta ocasión se alternará con el Coro de la Capilla Sixtina en los cantos previstos. El Kyrie, el Gloria, el Sanctus y el Agnus Dei serán de la “Misa criolla” de Ariel Ramírez.

La Radio Vaticana trasmitirá en directa la ceremonia en seis lenguas, y el Centro Televisivo Vaticano cuenta ya con el interés de diversas redes televisivas que trasmitirán directamente la Santa Misa en varios países latinoamericanos.

Los billetes para participar en esta Celebración litúrgica han de ser, como de praxis ordinaria y habitual, solicitados a la Prefectura de la Casa Pontificia y podrán ser retirados desde el Sábado 10 por la mañana hasta el Lunes 12 de diciembre por la mañana.

Fuente: Comisión Pontificia para América Latina