En un comunicado firmado por el presidente de la Conferencia Episcopal de Colombia, Monseñor Rubén Salazar Gómez, se expresa el dolor por el drama de los secuestrados y sus familias.

“Duele la forma como se ha roto la esperanza de volverlos a tener en el hogar, con vida, sanos y salvos. Duele la atrocidad de la violencia fratricida”, señala el comunicado.

El episcopado recuerda que “el respeto de la persona y la vida humana” debe ser siempre el “objetivo central de toda actividad de la sociedad”.

Asimismo reafirma que “por ningún motivo” se debe justificar “el asesinato de hermanos o la violencia en ninguna de sus formas”.

A tiempo de pedir el cese del conflicto “cuanto antes”, el episcopado pide que se “apliquen los valores y principios humanitarios que tantas veces se sacrifican en medio de las confrontaciones”.

La Iglesia Católica – señala el comunicado – expresa su compromiso de seguir “trabajando incansablemente por el ideal de una sociedad en paz, en la que se respete la vida, la libertad sea un valor central y la justicia y la equidad social guíen el conjunto de la sociedad”.

Finalmente expresa su solidaridad con las familias e invita a “todos los colombianos a no perder la esperanza” y mirar el “futuro con certeza de que el amor y la justicia son más fuertes que todo lo que intente destruir la sociedad”.

Fuente: CEC