La ceremonia tuvo lugar en la capilla de El Manzano el 7 de octubre, ocasión en que el director de la Fundación Crate y de la Pastoral Social diocesana, Jorge Brito, manifestó que este programa desarrollado en diversos puntos de la Diócesis tuvo como objetivo central, solidarizar con los que más han sufrido.
Más adelante, a nombre de los beneficiados, Nataly Díaz, compartió lo difícil que fue recuperarse tras la pérdida de las casas por el terremoto y como las nuevas construcciones han venido a ser una muy buena noticia para las 20 familias de El Manzano. Nataly no sólo destacó la entrega de las casas, sino que también valoró el proceso que vivió la comunidad ya que el armado de las viviendas fue realizado en conjunto, lo que los hizo conocerse y aprender a compartir.
Por su parte, el padre Andrés Pérez, párroco de Pelarco, agradeció a los representantes del Crate y de Caritas Suiza por ser el medio de tantas personas que se conmovieron y quisieron colaborar con hermanos de sectores rurales de la Diócesis de Talca. Enseguida el padre Andrés bendijo unas placas que recordaban la donación de las viviendas. Posteriormente, se hizo un recorrido para bendecir cada una de las casas.
El proyecto que benefició a 100 familias ubicadas en el secano interior y costero, de las provincias de Talca y Curicó, se desarrolló en las localidades de Palmas de Toconey, Callejón Santa Carmen, Huelón, Gualleco, Santa Rosa de Lavaderos y El Manzano. Todas ellas se encuentran dentro de las comunas más afectadas por el terremoto; además se trataba de comunidades aisladas y gran concentración de familias con problemas de saneamiento de los títulos de dominio para acceder a los subsidios del Estado.
Este proyecto contempla la construcción de casas de madera de 30 mt² con aislación térmica, ventanas de aluminio, instalación eléctrica, un porche de entrada, dos dormitorios, una sala multiuso. En el caso de las viviendas de Santa Rosa de Lavaderos y El Manzano, éstas tienen 50 mt², dos o tres dormitorios (dependiendo de la cantidad de miembros de las familias), una sala multiuso, baño, cocina, fosa séptica, noria y agua potable.
Fuente: Comunicaciones Talca – Fundación Crate