Presidió la ceremonia, Monseñor Fernando Chomali, quien estuvo acompañado del vicario general Pbro. José Cartes; del vicario episcopal para la Pastoral, Pbro. Mauricio Aguayo; del vicario para la Pastoral de Educación, Pbro. Francisco Osorio; del secretario canciller, Pbro. Roberto Valderrama y del decano del decanato Concepción y párroco de la parroquia Ascensión del Señor, Pbro. Héctor Osorio y además, con se contó con la presencia del Comité Pro-construcción de la capilla y numerosos vecinos.
Monseñor resaltó el esfuerzo y trabajo para impulsar el proyecto. “En la primera reunión que sostuve con ustedes, no dije que la capilla es chica, sino que la capilla va a quedar chica, lo que es muy distinto. Y esto, se los doy firmado, aquí mismo, porque la experiencia nos ha dicho, que un templo hermoso como el que ustedes van a construir, con una arquitectura maravillosa, bien atendida, resulta muy atractivo. Porque lo que nosotros ofrecemos es lo más atractivo que puede haber. Nosotros hablamos de Dios, hablamos de fraternidad, hablamos de comunidad, hablamos de solidaridad, hablamos de amor y no hay nada más atractivo, para el corazón del hombre, que hablar de Dios”.
Comentó que la experiencia muestra que cuando se comienza a levantar la obra, la gente se entusiasma y le da mucho más crédito que cuando se muestran planos o papeles. “Tengan mucha confianza que no sólo les va a alcanzar, sino que también les va a sobrar. Por que no hay nada más atractivo para un lugar que tener una capilla”, os animó.
En su mensaje Monseñor planteó que “la capilla es un instrumento y un medio y no es un fin en sí mismo” e invitó a reflexionar sobre la vida pastoral de la capilla. “La capilla es un instrumento para algo más profundo que es construir nuestra capilla interior. No sacamos nada con levantar un templo maravilloso, si nuestro templo personal e interior está destruido”, afirmó, añadiendo que el “templo interior” se construye sobre roca. “¿Cuál es la roca de nuestra vida? Dios, porque Él es nuestro salvador. Lo que los seres humanos necesitamos es salvación. Hoy, tenemos carreteras, farmacias muy cerca, pero lo que no tenemos es salvación. ¿Qué es la salvación? Es el saber que podemos ser mejores. Si tenemos problemas en la familia, la última palabra es la reconciliación; si tenemos problemas en la comunidad, la última palabra es el amor. Todo eso significa salvación, que es un don de Dios”.
También valoró la alegría con que las personas han trabajado incesantemente por el proyecto. “Este es un momento de mucha alegría, por el trabajo que se ha hecho; estoy informado del esfuerzo que han realizado desde conseguir el terreno. Y cuando uno ve tanta alegría y tanto empeño y tanta generosidad se da cuenta que el Señor ha estado detrás de esto. Yo les aseguro que más temprano que tarde estaremos celebrando, el próximo año, la inauguración y bendición del templo al servicio de las personas”, señaló, haciendo notar lo que él llamó “pequeño gran detalle”, una sencilla imagen de la Virgen, en un rincón del terreno, frente a las obras. “Como siempre, ella tan humilde, pero su presencia hará mucho más fácil el trabajo a los ingenieros, a los trabajadores y a todos y vigilará que aquí se haga lo que Él nos diga, como en las Bodas de Caná”.
El presidente del Comité Pro-construcción, Fernando Tapia, leyó el documento de fundación de las obras, que lleva como fecha 8 de octubre de 2011 y la ubicación del nuevo templo, calle Alonso García de Ramón 260, Lomas de San Andrés. “Esta primera piedra en honor a san Andrés Apóstol, en el fondo de la tierra entre los cantos y los preces…”, leyó, procediéndose a firmar el documento por Monseñor Chomali, el Pbro. Héctor Osorio, Pbro. Roberto Valderrama y don Fernando Tapia. El documento firmado más un ejemplar de El Sur, el Decreto Municipal, una moneda del año y la lista de quienes participan en la construcción, además de otros pequeños signos fueron depositados en una pequeña caja metálica verde y en un tubo negro, los que fueron dejados bajo material de concreto que colocaron las autoridades y asistentes, usando palas dispuestas por la empresa constructora. Todo se selló con cantos y aplausos, al momento que se agradecieron los aportes y apoyo de algunas empresas.
El párroco, Pbro. Héctor Osorio, estaba feliz. “Primero, dar gracias a Dios, porque me toca acompañar a una comunidad que venia desde hace muchos años con el deseo de construir la capilla. Hubo dificultades, pero el Señor nos dio este momento propicio. Ahora me toca acompañarlos en este instante tan especial para todos. Las bases están hechas y ahora confiemos en Dios, quien proveerá. Esta es una capilla en un lugar muy especial, ya que será polo de atracción para tantas personas, como signo de evangelización”, manifestó, indicando que la celebración de la Misa y algunos sacramentos se realizan actualmente en la capilla María Reina de la UCSC. Recordó, además, que la parroquia Ascensión del Señor cuenta con siete comunidades, la mayoría con su capilla, destacando el gran proyecto de la comunidad Santísima Trinidad, en la que al igual que la Comunidad san Andrés Apóstol hay mucho esfuerzo y esperanza.
Finalmente, el presidente del Comité Pro – construcción, Fernando Tapia Montes, expresó su gran alegría por el avance en el proyecto. “Estoy feliz y orgulloso del equipo de trabajo; honrado de ser elegido y comandar el equipo. Estoy muy contento de finalizar una primera etapa, y ahora, con gran esperanza y visión de que podamos lograr la culminación de esta obra que es muy importante para la comunidad. Esta capilla tendrá un significado mayor, porque podremos reunirnos en la casa del Señor como corresponde”, indicó, precisando que el proyecto se ejecuta en un terreno de 2.500 metros cuadrados y cuya edificación inicial será de 450 metros cuadrados. El costo de la obra es de 170 millones de pesos y la primera etapa cuesta 60 millones. Por eso, hizo un llamado a los vecinos a integrarse y colaborar. Anunció la campaña puerta a puerta “Todo suma”.
La ceremonia concluyó con la entrega como recuerdo de un trozo de piedra y un mensaje a los asistentes y se compartió un vaso de vino y un trozo de pan.
Fuente: Comunicaciones Concepción