"Es indispensable que todas las diócesis de América consideradas 'grandes ciudades' tengan un plan pastoral fundamentado en la espiritualidad de la comunión". Así resumió la principal conclusión emanada del Seminario sobre Pastoral en la Megápolis, el Obispo Secretario General del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), Mons. Carlos Aguiar.
En este plan, añadió el obispo, "debe contar un conocimiento permanente y actualizado de la gran ciudad para responder a sus necesidades". En líneas generales, destacó que América Latina tiene muchos rasgos comunes en las megápolis, que están marcados por las situaciones ya instaladas por la economía y la globalización, y por otras que son emergentes y que afectan en particular a los sectores más excluidos. Entre estas últimas, subrayó el tema de la migración.
"La economía es determinante -indicó el prelado- porque en la medida en que los sectores del interior de nuestros países no vean resueltos sus problemas fundamentales, ellos seguirán buscando la resolución en las grandes ciudades". Por eso, este Seminario abordó la especial necesidad de establecer diálogos con el mundo de la política y particularmente con los gobiernos locales, a fin de hacer siempre presente los problemas más importantes de los pobres y las familias de cada ciudad.
Mons. Aguiar señaló también algunas luces. "Es esperanzador ver cómo emerge el sentido de solidaridad propio del espíritu cristiano", que se plasma "en redes de servicio". De esta forma, consideró que el plan pastoral que deberá construirse en cada "gran diócesis" será un desafío para la pastoral social de la Iglesia pues, como constataron en este encuentro los obispos, "han emergido nuevos pobres que atender en la gran ciudad".
De todos los desafíos éticos y morales, económicos y políticos, arquitectónicos y urbanísticos, en relación con la tarea evangelizadora de la Iglesia, y estudiados a fondo durante el desarrollo de este seminario, el Secretario General del Celam subrayó dos: los migrantes y la coordinación pastoral.
Respecto de los migrantes, el obispo fundamentó el desafío en que "las ciudades grandes siguen creciendo y ellos necesitan de información, orientación y atención permanente".
Argumentó que "el otro desafío es establecer las conexiones de interacción necesarias, porque nadie puede por sí mismo y por un solo sector resolver sus problemas sino que a través de la interacción". En este ámbito, el obispo Secretario General del Celam dijo que las nuevas tecnologías y, en general, los medios de comunicación en las grandes ciudades, "además del gran poder que ejercen en la población, son también un gran vehículo, un instrumento que la Iglesia desea aprovechar para llegar con su mensaje a todos los habitantes de las grandes ciudades".
El evento concluyó este jueves 13 por la noche, con la misa de clausura, que fue concelebrada por todos los cardenales, obispos y sacerdotes que participaron en el encuentro. A ellos se sumó la asistencia de unas 500 personas, representantes de diversas comunidades cristianas y movimientos apostólicos de Santiago. En la homilía de esta eucaristía, el Presidente del Celam, Mons. Jorge Enrique Jiménez, junto con hacer referencia al episodio del año pasado en su país, en que permanenció cuatro días secuestrado por las FARC, destacó el poder de la oración, especialmente en medio del ruido de la gran ciudad.
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