Monseñor Chomali invitó a un mayor compromiso con los pobres
Monseñor Chomali invitó a un mayor compromiso con los pobres

Monseñor Fernando Chomali, Arzobispo de Concepción, quien presidió la celebración de la Eucaristía en el Día de la Solidaridad, que recuerda el aniversario de la muerte de San Alberto Hurtado, invitó a las autoridades y los asistentes, a ser hombres y mujeres de oración, a responder a los dones que Dios nos ha regalado y a comprometerse con quienes más lo necesitan.

Al inicio de la misa, el Pbro. José Cartes, director de Pastoral Social, hizo una motivación, haciendo ver que “el Mes de la Solidaridad es un tiempo de gracia, porque nos ayuda a salir de nosotros mismo, no sólo individualmente, sino como comunidad”.

Posteriormente, Monseñor Chomali, en su mensaje, agradeció a todas las personas que asumen el voluntariado como un compromiso de amor con Dios y con la Iglesia. “Durante estos días he reflexionado ¿por qué los seres humanos nos tratamos tan mal, al interior de la familia, en las organizaciones, en la sociedad?. Ejemplos hay muchos y a esta pregunta tan potente, podemos hacer muchas lecturas, sociológicas, psicológicas, políticas, estratégicas y como Arzobispo debo hacer una lectura teológica. Nos tratamos mal porque nos hemos olvidado de Dios. Al olvidarnos de Dios, nos hemos olvidado de nosotros mismos. Soy un convencido que el mejor servicio que puede prestar la Iglesia a la sociedad es hablar de Dios, hablar de la verdad a cerca de Jesucristo, que es la revelación del Padre, que es camino de la verdad y la vida”, afirmó.

En otro momento de su reflexión señaló que “la Iglesia Católica no entra en política y no lo hará, pero tiene la obligación de dar los cimientos fundamentales de aquello que significa ser hombre y el sentido más profundo de su vida. Desde esta perspectiva, el hombre es un don llamado a convertirse en un don para los demás (...) Lo que más nos mueve, no es que seamos buenos, la Iglesia Católica no es y no pretende ser el club de los buenos; somos el club de los que nos reconocemos necesitados de salvación, y somos del club de los que decimos que tenemos fe en Jesucristo, que ha venido a darnos vida y vida en abundancia”.

Especialmente, en su homilía Monseñor Chomali abordó el tema de la solidaridad, manifestando que “las obras de solidaridad de tantas instituciones en la Iglesia esta movida por la fe, la fe que es la consecuencia de reconocer en el otro a nuestro hermano e incluso, en reconocer en el otro al mismo Cristo. Esta es la motivación última de esta labor extraordinaria que realiza la Iglesia Católica al servicio de los más pobres. Es tratar al otro como un hermano creado en imagen y semejanza a Dios, que tiene la misma dignidad que nosotros y que sufre por distintas circunstancias. Es ahí donde surge el corazón de la Doctrina Social de la Iglesia y donde surge el corazón mismo de trabajar por la justicia social, movidos por la fe”.

Al referirse al San Alberto Hurtado, expresó que “del Padre Hurtado podríamos hablar horas, porque fue un hombre excepcional, inteligente, teólogo, culto, preocupado de los más pobres, de la justicia social, un hombre que hizo múltiples cosas. Pero un aspecto que yo quiero destacar en esta oportunidad es su sonrisa. Estoy seguro que muchos de nosotros que caminamos con la cara triste daríamos cualquier cosa por tener la sonrisa del Padre. ¿De dónde surge? ¿De la cirugía estética? No, se los aseguro. Surge de un hombre enamorado de Dios y ahí tenemos otra responsabilidad: tenemos que mostrar el rostro verdadero de Dios, para que nos enamoremos de Dios. Y el Padre Hurtado, toda la obra que hizo, no la hizo por filantropía, la hizo por fidelidad al amor de Dios. Por eso, la felicidad más plena que encontró él, fue su sonrisa, sonrisa que brotaba de un gran amor a Dios, que se tradujo en obras concretas y que tanto beneficio hace al país”.

Invitó a los asistentes, entre quienes estaban las autoridades encabezadas por el Intendente Regional Víctor Lobos, a tres cosas. “Primero, que seamos hombres y mujeres de oración, porque la oración convierte los corazones y abre la inteligencia; nos ilumina a descubrir la realidad. Segundo, que meditemos realmente si nuestra fe es un gris pragmatismo como decía Benedicto XVI o es un compromiso verdadero por aquel que nos necesita; y preguntémonos también y, yo me lo pregunto diariamente ¿si soy capaz de responder por los dones que Dios nos ha dado?. Dios nos ha dado a todos muchos dones, y esos dones adquieren valor humano, adquieren humanidad, cuando son un servicio para los demás. Si lográsemos quedarnos con estas tres ideas, créanme que vamos a construir el mundo que todos queremos; vamos a poder colaborar en el Plan de Dios y también vamos a hacer honor a este santo chileno que Dios nos ha regalado”, subrayó.

Finalmente, agradeció la presencia de los nuevos voluntarios de las obras de caridad de la Iglesia; agradeció nuevamente al Coro Diocesano “que nos ayuda a la liturgia, porque cantan estupendamente bien” y, por último, la presencia de autoridades. “Su presencia es un apoyo grande a la labor de evangelización y de caridad que realiza la Iglesia en esta zona”, concluyó.

Fuente: Comunicaciones Concepción
Concepción, 20 de Agosto, 2011
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