En un acto que se realizó en el aula magna de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, Monseñor Chomali entregó su mensaje como pastor e invitó a todos y todas a comprometerse, de manera permanente, con los que más sufren, en particular con los damnificados del terremoto y tsunami de F27, quienes además, hoy enfrentan el rigor de un crudo invierno.
“El amor es un motor fundamental de desarrollo, es decir, si queremos un país auténticamente desarrollado del hombre y de todos los hombres, en su dimensión corporal y espiritual, tenemos que apuntar a nuestra vocación esencial que es la vocación del amor. El amor es lo que mueve al mundo, sin amor somos seres incomprendidos, no nos comprendemos nosotros mismos; estoy seguro que cada vez que salimos de nosotros mismos al encuentro del otro, del más necesitado, encontramos nuestra vocación más profunda”, precisó el Arzobispo, en la ceremonia que contó con la asistencia de autoridades regionales, encabezadas por el Intendente Regional, Víctor Lobos, parlamentarios y representantes de distintas organizaciones sociales.
Monseñor afirmó en su mensaje que “algo que me parece muy importante es que cuando un árbol se cae hace mucho ruido y cuando hay mil árboles que se levantan, lo hacen de una manera silenciosa. En estos días estuve despidiendo a 60 jóvenes para ir a Madrid y he sido testigo del esfuerzo inmenso para conseguir los recursos, a representar a Chile en la Jornada Mundial de la Juventud; durante la semana pasada recorrí lugares donde habían cientos de jóvenes de Trabajo País, realizando un trabajo voluntario durante su tiempo de vacaciones y ahora, son muchos los sacerdotes y religiosas que vamos a estar en este Mes de la Solidaridad , donde pretendemos hacer un signo que en el desarrollo de un país se mide en la capacidad que tenemos los seres humanos de conmovernos frente a los más necesitados. Estamos promoviendo una campaña de alimentos no perecibles para ir al encuentro de aquellas personas que están sufriendo por el terremoto y por el invierno”.
El Arzobispo recalcó que “es un gran regalo para toda la sociedad, saber que el mundo no empieza ni termina en nosotros mismos. El mundo comienza en aquellos que más lo necesitan, que es la vocación más fundamental del ser humano. La solidaridad no es un sentimiento, porque los sentimientos pasan, porque así como llegan, se van. La solidaridad es la convicción más profunda que tenemos los seres humanos, de que somos hermanos y lo que le pasa al otro a mi me toca en lo más profundo de mi ser. Eso, justamente, es lo que hemos querido intentar como Iglesia y es hermoso saber que muchas personas n o creyentes , de buena voluntad, se suman a la campaña, porque esto le da humanidad a la sociedad y lo que nosotros más necesitamos es humanidad, es decir, volver a encontrarnos como hermanos, especialmente, mirando a los que más sufren. Dios quiera que este mes nos haga más hermanos, más solidarios, más fraternos, que nos miremos con más confianza, sobre todo pensemos siempre en aquellos que más lo necesitan”, concluyó.
Por su parte, Cecilia Ponce, que se han unido para fortalecer el trabajo solidario, dijo que el Mes de la Solidaridad es un tiempo muy significativo para las organizaciones que trabajan en el voluntariado. “Este tiempo nos invita a reflexionar sobre justicia social. Este mes vamos a reflexionar sobre el sentido de la solidaridad, que no es sólo un gesto de corazón generoso o de acción de un día, sino una acción permanente. Queremos invitar a los corazones generosos a trabajar en la construcción de un país más justo y solidario; construir el país que San Alberto Hurtado soñó para cada uno de nosotros y que nos animó a construir un país de verdadero respeto especialmente con los más pobres. Mi llamado es a ser más inclusivos durante agosto, en particular con los sufren, especialmente con las personas en situación de calle, en este invierno”, subrayó.
Después de un número artístico que animó la jornada, las autoridades y asistentes acudieron a estampar las huellas de sus manos en un gran lienzo, donde el artista local, Claudio Gatica, junto a voluntarios de la Pastoral Juvenil, pintó la figura de San Alberto Hurtado y las palabras “Justicia Social”, como signo de compromiso con un mundo más fraterno y solidario. Autoridades como Monseñor Chomali, el intendente regional Víctor Lobos, el alcalde de Concepción, Patricio Kuhn y el diputado Enrique Van Rysselberghe y dirigentes sindicales y mujeres emprendedoras tiñeron sus manos con tintas de colores y las apoyaron sobre el blanco género. El lienzo será uno de los signos visibles de este mes, en la zona.
Fuente: Comunicaciones Concepción