A más de 16 meses del movimiento telúrico, la instancia sirvió para que representantes de la Asociación de Ayuda la Iglesia que Sufre y de las diócesis de Santiago, Melipilla, Rancagua, Talca, Linares, Chillán, Concepción y Temuco compartieran las distintas iniciativas que han asumido para enfrentar la tarea de recuperar parroquias, capillas y colegios. En el encuentro se dieron a conocer experiencias que contemplaron tanto la necesidad de preocuparse por la reconstrucción material como también por la renovación espiritual de las personas que sufrieron este hecho que azotó a varias regiones de nuestro país.
La Diócesis de Rancagua, a través de un equipo de profesionales, se está haciendo cargo de la reconstrucción de sus templos, lo que representa una suma de 26 mil millones de pesos, de los cuales, han reunido 4 mil millones hasta este momento. Señalaron que la Catedral ya fue reparada con un costo de 460 millones de pesos, pero que aún faltan detalles que equivalen a un costo similar al de la reparación.
Por su parte, la Arquidiócesis de Santiago indicó que existe un costo de daños urgentes que asciende a la cantidad de 3.200 millones de pesos, de los cuales sólo se ha logrado reunir un porcentaje, a través de ayuda externa como por ejemplo con la Pontificia Universidad Católica de Chile. Además, han impulsado la idea de crear una empresa constructora canónica, con el fin de minimizar los costos de la reconstrucción.
La Diócesis de Melipilla con su slogan “no importa sumar, lo importante es que te sumes”, ha puesto su empeño en sensibilizar a las personas, a través de distintas campañas destinadas a los niños, jóvenes, almacenes de barrio, y aprovechando fechas importantes para la Iglesia como Semana Santa, Pentecostés, Mes de la Solidaridad y Navidad. Con esta estrategia se han recaudado 200 millones de pesos, lo que constituye una ayuda fundamental para el trabajo de reconstrucción.
La Diócesis de Temuco compartió la experiencia vivida en la parroquia de la comuna de Ercilla, donde hay un alto porcentaje de mapuches. En este lugar, el templo resultó muy dañado y las empresas forestales del sector aportaron la cantidad necesaria para restaurarla, lo cual ha sido motivo de mucha alegría para el pastor que está muy interiorizado en el tema de las demandas mapuches.
La Diócesis de Talca, mediante una comisión, en la que participan profesionales expertos, se ha hecho cargo de la reconstrucción de los templos de la zona y cuyo costo alcanza a 20 mil millones de pesos, de los cuales se han reunido más del 25%. Como una forma de minimizar los costos, se realizaron concursos de Arquitectura con el fin de reconstruir aquellos templos que resultaron totalmente dañados, así como también un completo catastro de las empresas constructoras para obtener las propuestas más convenientes.
La Diócesis de Linares tiene 20 parroquias dañadas, de las cuales 5 son patrimonio nacional, por lo que se espera que el año 2018 puedan estar finalizados los proyectos de reconstrucción. Se reconoció que sin la cooperación de la asociación de Ayuda la Iglesia que Sufre (AIS) no se habría concretado la restauración de algunos templos. Se enfatizó también en la especificación de los proyectos y contratos, para luego no encontrarse con sorpresas que escapen del presupuesto inicial.
La Diócesis de Chillán, por su parte, ha elaborado un catastro en el que se han establecido las reconstrucciones que deben abordarse con mayor urgencia. Además, ha conseguido ayuda de alumnnos de arquitectura de último año, que han puesto a disposición de la diócesis proyectos de iglesias que podrían ser construidas en las distintas comunidades afectadas. Asimismo, se ha tomado la decisión estratégica de que parte de la comisión de reconstrucción diocesana trabaje en Santiago desde donde tienen mayores posibilidades de reunir financiamiento para Chillán.
La Arquidiócesis de Concepción, anfitriona del encuentro, compartió la experiencia de contar con un equipo para la reconstrucción, dando a conocer que es necesario mantener un informe completo y detallado, tanto para pedir donación, como para mantener al día a los donantes sobre el proceso.
Antes de finalizar, Monseñor Fernando Chomali sintetizó el encuentro como una instancia enriquecedora que ayudó a tomar ideas de las distintas experiencias expuestas, rescatando iniciativas tales como hacer un trabajo con la comunidad, aprovechar el trabajo que realizan asociaciones con gran capacidad ejecutora como AIS, Protección del Patrimonio Cultural, etc. Valoró aspectos como la necesidad de hacer buenos proyectos que perduren en el tiempo, hacer una completa información de los avances, estructura un equipo de marketing, con el fin de involucrar a la comunidad en la reconstrucción, promover la creación de una empresa de reconstrucción canónica, gestionar la posibilidad de una fundación civil en cada diócesis afectada, para que se preocupe del tema de la reconstrucción y la realización de reuniones periódicas (semanales) en cada diócesis.
Por último, se propuso que en seis meses más se volvieran a reunir los equipos y comisiones, para compartir el proceso y los avances de reconstrucción en sus distintas diócesis.
Fuente: Comunicaciones Concepción