La iniciativa -realizada en el auditorio de la facultad de medicina de la Universidad Católica de la Santísima Concepción- surgió de la necesidad de compartir las experiencias vividas y aprendidas desde marzo de 2010 a la fecha, período durante el cual se trabajó junto a localidades dañadas por el terremoto y tsunami que afectó a la zona central del país. Este encuentro se sumó a otro similar que reunió en Talca a las diócesis de Linares, Rancagua y los anfitriones de la zona del Maule.
El saludo y mensaje inicial estuvo a cargo de Monseñor Pedro Ossandón quien manifestó que “el llamado de este seminario es volver a recordar que la expresión más alta de la caridad es el compromiso político, en el sentido del ejercicio del gobierno y además en el ejercicio de diseñar pero entre todos, eliminando el término de tolerancia cero y acuñando el de tolerancia máxima, para acogernos con inmenso respeto y buscar el país que necesitamos para que reine la justicia, la paz, la reconciliación de verdad, el cuidado de la persona y la dignidad de todos y el aporte sustantivo, extraordinario e insustituible de cada individuo, de cada persona”. Respecto al proceso de reconstrucción, Monseñor hizo un llamado a que debe hacerse desde el terreno, con la participación de la ciudadanía, con el respeto a las organizaciones locales y entregando en las manos de todos los bienes del país, porque son comunes, buscando respuestas a esta gran tarea”.
En este contexto, el primer panel de la mañana estuvo integrado por Ana Garrido, presidenta del sindicato de algueras de Coliumo; Mónica Carrillo, presidenta del sindicato de recolectoras de orilla de Tubul; Sandra Fuentealba, representante de las familias de la aldea Santiago Bueras de Los Ángeles; Victoria Cofré, de la localidad de Temos y Ester Salgado López, a nombre de la comunidad de Nehuentúe, las dos últimas pertenecientes a la diócesis de Temuco. Las dirigentas dieron a conocer sus experiencias de trabajo en las organizaciones que lideran, y cómo fue posible salir adelante gracias al esfuerzo mancomunado de los vecinos y el apoyo de la Pastoral Social Caritas.
Luego de un fructífero diálogo y un breve intermedio, correspondió la participación de representantes de distintas instituciones que apoyaron la reconstrucción en las zonas afectadas. De esta forma, fue posible conocer el testimonio de Luis Cuevas y Verónica Gómez, de la Fundación Hogar de Cristo; Antonio Brantes, docente del Centro de Estudios Marítimo Pesqueros de la UCSC; Luis Salinas, encargado de la Oficina de Borde Costero de la comuna de Arauco y Paola Ortiz, del departamento de Acción Social de la Diócesis de Los Ángeles. Todos ellos concordaron en que el servicio entregado al prójimo fue algo que les enriqueció profundamente, fortaleciendo su apertura y el vínculo con las personas de las comunidades atendidas.
Durante la tarde, el encuentro contó con la ponencia del Seremi de Planificación del Bio Bio, Sergio Giacaman, quien expuso sobre los planes y desafíos de trabajo que el gobierno se ha planteado para el presente año con los damnificados.
En el cierre del seminario y conclusiones, intervino la Sra. Gabriela Gutiérrez, coordinadora del departamento de Pastoral Social Caritas de Concepción, quien destacó que “hoy debe partir un nuevo trato, entre el Estado y la sociedad civil; en la comunidad entre los dirigentes y los vecinos; entre la Iglesia y las instituciones que están al servicio como intermediarias y en el fondo entre todos los que somos parte de esta sociedad. Debemos valorar este espacio como un instante de aprendizaje y desarrollo del ejercicio de derechos ciudadanos”. Por su parte, el padre José Cartes, coordinador del Área de Pastoral Social de la diócesis anfitriona, manifestó que “es hermoso para nosotros sentir que a partir de un momento tan crucial para nuestra vida y para nuestra sociedad, poder ser un signo tan evidente y tan claro de la presencia de Dios, de Jesucristo en medio de nuestra sociedad. Esto nos lleva a lo que el Papa dice con tanta claridad e insistencia, que debemos renovar y hacer esta cultura de la solidaridad concreta”.
Finalmente, el encargado de proyectos del Servicio Nacional Caritas, Pedro Adrians, se dirigió al auditorio y puso énfasis en una de las principales enseñanzas del trabajo realizado. “Uno de los grandes aprendizajes que hemos tenido es que pese a las grandes emergencias, al nivel de daño y de catástrofe, al nivel de conmoción de los primeros días y la celeridad con que se requieren las respuestas, nunca podremos olvidar la participación ciudadana, el compromiso de corresponsabilidad y co-construcción de las propias familias y comunidades damnificadas. Eso es lo que hace sustentable y tener vida a todo lo que queramos organizar. Si cualquier medida de reconstrucción, rehabilitación o emergencia se hace sin la participación y compromiso activo de ustedes, eso será una semilla que cae en tierra infértil”.
A continuación entregamos algunos testimonios de asistentes al Seminario.
Paola Ortiz Morales, coordinadora de Pastoral Social Caritas en la Diócesis de Los Ángeles.
“Expusimos nuestra experiencia, más allá de un equipo ejecutor, un equipo de personas, cómo nos planteamos este desafío de trabajar con la gente damnificada y cómo finalmente lo hicimos, yendo al encuentro de ellos como prójimo, como Cristo sufriente que en ese momento necesitaba de nuestra Iglesia consagrada, de nuestra Iglesia laica. Para nosotros el balance es más que positivo, tuvimos el privilegio de trabajar en conjunto, de potenciar las destrezas de las propias comunidades, y de que ellas re-conocieran las habilidades que finamente permitieron avanzar en muchos de los temas que les afectan en este minuto producto del terremoto”.
Ana Garrido Contreras, presidenta del sindicato de algueras de Coliumo.
“Relatar mi experiencia fue algo maravilloso, haber trabajado para sacar tanta gente adelante con proyectos, con reparaciones de viviendas. En mi intervención hablé sobre la reconstrucción en todos los componentes del proyecto, y específicamente en el de economía local y desarrollo productivo ya que integré la mesa territorial que fue un ejemplo para las otras caletas de la comuna, a través de la cual evaluamos la situación de los pescadores y entregamos artes de pesca y otros recursos que nos permitieron recomenzar. Lo más significativo fue trabajar con la comunidad y para la comunidad”.
Fuente: Comunicaciones Concepción