S.S. Juan Pablo II, informado del inicio de las operaciones militares contra Irak, ofreció en la madrugada de este jueves la misa por la población iraquí, según informa la agencia de noticias Zenit citando a fuentes vaticanas.
Joaquín Navarro-Valls, portavoz de la Santa Sede, en una declaración a los periodistas reveló que el obispo de Roma recibió con «profundo dolor» el inicio de la guerra.
En un comunicado oficial, el director de la Oficina de Prensa del Vaticano revela que «la Santa Sede ha asistido con profundo dolor al desarrollo de los últimos acontecimientos en Irak».
«Por una parte lamenta que el gobierno iraquí no haya acogido las resoluciones de las Naciones Unidas ni el llamado del Papa que pedían un desarme del país», reconoce.
«Por otra parte --añade-- deplora que se haya interrumpido el camino de las negociaciones, según el derecho internacional, para una solución pacífica del drama iraquí».
Navarro-Valls comunicó la satisfacción de la Santa Sede al comprobar que en esta situación «las diferentes instituciones católicas en Irak siguen llevando a cabo su actividad de asistencia a esas poblaciones».
Para contribuir a esa obra de solidaridad, también la Nunciatura Apostólica, regida por el arzobispo Fernando Filoni, seguirá abierta en este período, en su sede de Bagdad.
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