Obispo de Copiapó celebra Misa por el Día de los Trabajadores
Obispo de Copiapó celebra Misa por el Día de los Trabajadores

Un llamado a trabajar por el verdadero desarrollo de la persona humana hizo el Obispo de Copiapó, Monseñor Gaspar Quintana cmf, en la celebración del Día Internacional del Trabajo, este 1 de mayo en la Catedral de Copiapó. Concelebró junto a él, el asesor diocesano de la Pastoral de los trabajadores, P. Guido Castagna.

En su homilía, el Pastor señaló que “decir Pascua es pasar de una situación de egoísmo acaparador a la solidaridad que comparte; de la mentira que engaña a la verdad que dignifica; de una visión mercantilista del trabajo a una visión que lo humaniza y lo valora” y que en este esfuerzo se deben empeñar todos, autoridades, empresarios y trabajadores, para lograr el bien común.

El Obispo dijo que la presencia de Cristo resucitado es una invitación a “hace de la sociedad no una jauría de lobos, entre los cuales vencen los más fuertes, sino una gran familia de hermanos, con el pan necesario, el respeto merecido y la alegría de construir un mundo de paz, en diálogo y hacia el verdadero desarrollo”. Reconoció que “no siempre hemos observado la ley del trato humano merecido, del salario justo, de las relaciones de diálogo respetuoso y transparente”.

Monseñor Quintana también se refirió a la beatificación de Juan Pablo II, a quien dirigió “una memoria agradecida, por ser un fiel seguidor de Jesús y modelo de vida cristiana, cuyo magisterio enriqueció grandemente la Doctrina Social de la Iglesia”. Citando sus palabras, dijo que “la economía debe estar al servicio del hombre y no el hombre al servicio de la economía”.

En la celebración se oró por las autoridades, las organizaciones de trabajadores, los empresarios y por los que no tienen trabajo. En el ofertorio se presentaron ante el altar diversos elementos de trabajo, como un casco minero, unas tijeras de podar la fruta, útiles de escritorio, implementos del campo de la salud, y un mapa que representaba la fuerza laboral de los inmigrantes.

Otro signo fue la bendición de las manos. La asamblea extendió las manos hacia el altar para ofrecerlas como instrumentos de paz, justicia y dignidad.

Fuente: Comunicaciones Copiapó
Copiapó, 02 de Mayo, 2011
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