El terremoto y maremoto de 8,9 grados Richter que afectó hoy a Japón mantiene encendida la alerta en numerosos países que también podrían verse afectados. Nadie mejor que los chilenos para entender lo que una catástrofe de este tipo significa para un país, sobretodo cuando gran parte de la zona afectada por el 27F sigue en condiciones de emergencia. Estos fenómenos deben llamar nuestra atención sobre lo que está sucediendo en nuestro planeta y en cómo lo que pasa a un lado del mundo, puede tener grandes repercusiones en otras partes.
En Japón la situación es de total emergencia, a medida que avanza la hora la cifra de víctimas fatales ha ido en aumento y son miles los desaparecidos producto de este gran terremoto que originó un tsunami con olas de hasta diez metros. Fenómeno seguido de numerosas réplicas, algunas de las cuales alcanzaron los 7 grados.
Sucedida la catástrofe, las alarmas se encendieron de inmediato en numerosos países que podrían verse afectados directamente por posibles tsunamis. Una vez más Chile se ve enfrentado a una situación de alerta en nuestras costas del Pacífico. Y si bien las autoridades han llamado a la calma, el pánico sigue vivo entre la población de la zona afectada por el 27F, especialmente, entre los miles de compatriotas que aún viven en situación de emergencia y que conocen muy bien los efectos de una catástrofe de esta magnitud.
El gobierno decretó alerta preventiva en el borde costero y se han realizado alguna evacuaciones preventivas en zonas afectadas por el maremoto de febrero del 2010 y en Isla de Pascua, zona que podría ser la más perjudicada.
El que se hayan registrado dos cataclismos en poco más de un año debe llevarnos a la reflexión respecto de lo que está sucediendo en el planeta que habitamos y los efectos que nuestras acciones pueden tener y las consecuencias que pueden generar hacia otros.
"Nuestra solidaridad está con nuestros hermanos y hermanas de Caritas Japón y todo el pueblo japonés", dijo Lesley-Anne Knight, Secretaria General de Caritas Internacional. "Durante mi visita a Caritas Japón el año pasado tuve la oportunidad de ver el buen trabajo que están haciendo para ayudar a los pobres y en crisis. Vamos a continuar para apoyarlos en este difícil momento y vamos a seguir todos los afectados por el terremoto en nuestras oraciones”, sentenció.
Desde la Pastoral Social Caritas seguimos en estado de alerta solidaria trabajando con los más necesitados y especialmente con aquellos que tratan de levantarse luego del duro golpe que significó la catástrofe del 27F. Asimismo, compartimos el dolor que nuestros hermanos japoneses están viviendo, oramos por las víctimas y estamos atentos a los acontecimientos que están sucediendo en estas horas tan difíciles.
Fuente: Comunicaciones Pastoral Social Caritas