“Somos pecadores perdonados por Dios”, dijo M. Ezzati este Miércoles de Ceniza
Con el Miércoles de Ceniza, la Iglesia inicia el tiempo litúrgico de Cuaresma, cuarenta días de preparación a la Pascua, la resurrección de Jesucristo. En este tiempo, la Iglesia invita a los fieles a la oración, al ayuno y la conversión, expresado en la solidaridad con los más necesitados.
En su homilía, monseñor Ezzati desatacó la invitación a la conversión que implica este tiempo y dijo que la palabra de Dios y las cenizas son “un llamado a la comunidad cristiana, una invitación a acoger la acción misericordiosa de Dios para volver a Él”. Agregó que el gesto de recibir la ceniza en la cabeza “permite reconocernos pecadores y penitentes, que, sin embargo, se reconocen pecadores perdonados por Dios (…) reconciliados por la pasión, muerte y resurrección del Señor”.
El Arzobispo de Santiago señaló que “hablar de sobriedad, austeridad, ayuno, parecería evocar palabras anacrónicas, especialmente en una sociedad como la nuestra que busca el bienestar y la saciedad y el consumo”. Sin embargo, afirmó que “es justamente la saciedad y la falta de austeridad que embotan la mirada de la inteligencia y del corazón hasta hacernos insensibles a los llamados de Dios y de los hermanos”. Explicó que “el ayuno no es una conquista ascética, ni un a farisaica ostentación de justicia, sino el signo de una disponibilidad total a Dios y a los hermanos”.
Añadió monseñor Ezzati que el ayuno “debe expresarse en la conversión del corazón. Negarse a sí mismo no es por lo tanto un acto de autoflagelación, sino dejar de considerarse como el centro y el valor supremo”, y enfatizó que “si no cambia el corazón no cambia nada”.
Cuaresma de Fraternidad
El Arzobispo de Santiago invitó a los fieles a participar activamente en la campaña “Cuaresma de Fraternidad”, que por tercer año consecutivo estará destinada a reunir recursos económicos para financiar proyectos y programas sociales que vayan en directo beneficio de jóvenes, hombres y mujeres, que se encuentren en situación de vulnerabilidad, en riesgo de caer en la drogadicción, el alcoholismo y el abandono.
Al momento de la presentación de los dones, cuatro jóvenes beneficiarios del proyecto “Escoge la Vida” llevaron hasta el altar el pan y el vino, junto a alcancías de la Cuaresma de Fraternidad 2011. Se trata de Carlos Pérez, Michel Bahamondes, Belén Tapia y Marcel Valenzuela.
“Escoge la vida” es uno de los 83 programas que se realizan gracias a los aportes de Cuaresma de Fraternidad y corresponde a un proyecto de construcción de herramientas, espacios de comunicación y encuentro para la prevención del suicidio infanto-juvenil y el fortalecimiento de los factores a nivel comunitario.
La campaña Cuaresma de Fraternidad 2011 tiene como lema “40 días para cambiar historias, de ti depende”. Los detalles y las vías para colaborar se encuentran disponibles en
www.cuaresmadefraternidad.cl.
Terminada la misa, se distribuyeron las alcancías familiares para que en cada hogar se vaya depositando en ellas el fruto de las privaciones personales en este tiempo de Cuaresma, en favor de los jóvenes y niños vulnerables del país. También las personas interesadas en colaborar pueden depositar sus donaciones en la cuenta corriente Nº 187593, del Banco Estado, a nombre de Cuaresma de Fraternidad.
Fuente DOP www.iglesiadesantiago.cl