Los Angeles conmemora el 27/F con una Misa en la Catedral.
La eucaristía será oficiada el día lunes, 28 de febrero, a las 10 horas, en la Catedral, oportunidad “en que se darán las gracias por la vida, y a la vez, encomendaremos el proceso de Reconstrucción de nuestro país” expresó el Departamento de Pastoral Social del Obispado, que formuló una invitación a todas las comunidades católicas que integran la Diócesis.
Por otra parte, cabe recordar que a consecuencia del terremoto 8.8 en la escala de Richter, perdieron la vida trece personas en Los Ángeles; una en Laja; otra en Mulchén y Yumbel.
A las trágicas consecuencias dejadas por el terremoto, se sumó la angustia y el dolor de quienes quedaron literalmente en la calle al desplomarse sus casas o departamentos, y el deterioro sufrido en la red caminera, que dejó literalmente aislada a la provincia del Bío Bío, del resto del país.
Por otra parte, la Iglesia de Concepción, llamó a conmemorar el 27/F, a orar por los fallecidos y expresar gestos solidarios con quienes aún sufren los efectos del terremoto y tsunami del 27 de febrero, al cumplirse un año de la catástrofe.
En la zona de Concepción y Talcahuano, devastada por la tragedia, monseñor Pedro Ossandón Buljevic, administrador apostólico de la Arquidiócesis de Concepción, presidirá las misas de los días 26 y 27 de febrero, en lugares emblemáticos de la catástrofe natural. El sábado 26, a las 22 horas, se celebrará la eucaristía en la capilla San Pedro de Dichato; el domingo 27, a las 10 horas, en la capilla Santa Clara de Talcahuano y, a las 12 horas, en la Catedral de Concepción.
En la Catedral, estarán presentes las personas que han sido destinatarias del apoyo solidario prestado por la Iglesia, a través de la Pastoral Social Caritas, en sectores como Dichato, Lebu, Llico, Arauco, Coliumo y Curanilahue.
En este mismo sentido, se ha propuesto que en todas las celebraciones de la misa dominical del 27 de febrero, se recuerde especialmente el acontecimiento, con una oración de intercesión por quienes fallecieron y por quienes han sufrido y sufren aún las consecuencias del terremoto. Será también un momento para agradecer al Señor por quienes han sobrevivido y por todo lo que se ha podido superar después del desastre.
La Iglesia, en este mismo contexto, como un gesto concreto y significativo de solidaridad, pide efectuar una segunda colecta destinada a financiar becas para aquellos jóvenes escolares y universitarios que perdieran a sus padres o que, como consecuencia del terremoto y tsunami, han visto afectada la continuidad de sus estudios. La canalización de estos recursos se hará a través del Área de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal de Chile (CECH) y en coordinación con la Pastoral Social de cada diócesis de las zonas afectadas.
Fuente: www.diariolatribuna.cl