Monseñor Ezzati recibió emocionado el cariño y afecto del Decanato Costa Norte en Tomé
En la celebración estuvieron presentes los párrocos, padre Wilson Cuello, parroquia Ntra. Sra. del Carmen de Penco; Raúl Castillo, La Purísima de Lirquén; Carlos Sepúlveda, Cristo Rey de Bellavista; Ángel Jiménez, Ntra. Sra. de la Candelaria; y los vicarios Marcelo Bustos, Divino Redentor de Penco; Héctor Rivera y Víctor Álvarez, Tomé. También estuvo presente Ricardo Oliva, párroco de Coelemu.
Al concluir la Eucaristía Monseñor Ezzati recibió un presente del decano padre Héctor Rivera, quien señaló que con el terremoto “ya no hay loza ni de vidrio para regalarle, pero tenemos algo hecho por manos de personas de este decanato, que le abrigará en las frías noches de invierno en Santiago”. Monseñor recibió emocionado una bufanda con tela de Bellavista Oveja Tomé, fábrica que se reactivó con 60 tomecinos y, en cuyo proceso de negociación, intervino el Arzobispo.
En su homilía, Monseñor Ezzati reflexionó en torno a la Sagrada Familia, resaltando que ell se nos propone como modelo. “En esta familia encontramos a un varón justo, José, que quiere hacer la voluntad de Dios; encontramos a una mujer muy sencilla, María, que coloca en las manos de Dios toda su existencia y encontramos al Hijo, la Palabra de Dios hecha carne, que se hace pequeño y humilde como lo es un niño”, recordó, subrayando que “se necesitan familias que den testimonio de esposos, de padre, de madre e hijos como Dios quiere”.
Junto con sus palabras de agradecimiento a todo el Decanato, Monseñor valoró la solidaridad tras el terremoto y tsunami. También animó a los jóvenes de la parroquia de Tomé, manifestando que son un “signo de que la fe no está demás en su vida y no es algo pasado, sino que está presente y los motiva. Quisiera que tengan mucha confianza, que levanten su mirada muy en alto, porque el proyecto que Dios les propone de tener una estatura digna de personas humanas y de ser hijos suyos, pueden realizarla en la vida personal y ser ejemplo para tantos otros que necesitan el testimonio de descubrir la belleza de la fe y la amistad de Dios”.
Fuente: Comunicaciones Concepción