En Misa de Nochebuena Monseñor Ricardo Ezzati animó a vivir la “cultura del don”
En Misa de Nochebuena Monseñor Ricardo Ezzati animó a vivir la “cultura del don”

Con un llamado a vivir y promover la “cultura del don” en la vida personal, familiar y en la sociedad, Monseñor Ricardo Ezzati, presidió la Eucaristía de Nochebuena (“misa del gallo”), en la Catedral de Concepción, a la que asistieron numerosos fieles que, al término de la celebración, agradecieron el saludo de “Feliz Navidad” del Pastor, en las puertas del templo.

Al inicio de la Eucaristía, Monseñor cogió la figura del Niño Jesús desde el altar y levántala en sus manos a toda la comunidad presente, la llevó hasta el pesebre que está en un costado, para depositarla en el lugar que estaba vacío. A continuación la contempló en silencio y tras un gesto de agradecimiento, continuó la acción eucarística.

En su homilía, el Pastor reflexionó sobre el misterio del amor de Dios, señalando que pese a nuestra pobreza espiritual y nuestro pecado, Dios nos ofrece su inmenso amor gratuito y nos acoge. Dijo que es como un padre que se agacha para besar la mejilla del niño pequeño.

Por otro lado, Monseñor reflexionó respecto a cómo Dios expresa su amor y nos enseña su vida plena y de gozo, imitando a Jesús. “Nos enseña cómo su amor asume la pequeñez de nuestra propia vida”, haciendo notar que su Madre María no fue una reina o princesa, sino una humilde mujer y su protector, José, no fue un potentado de la época, sino un sencillo carpintero y quienes se acercaron a reconocer al Hijo de Dios, no fueron potentados o soberbios intelectuales, sino humildes pastores que le ofrecieron lo poco que tenían. Por lo mismo, invitó a imitar a Jesús, viviendo las Bienaventuranzas del Reino. “La Navidad nos enseña que el camino para acercarnos a Dios no es un camino de cosas extraordinarias, sino el camino de la vida diaria”.

Finalmente, Monseñor Ezzati se refirió a que estamos llamados aprender a ser un don para los demás. “Cómo ser don de los papás para sus hijos, no sólo regalándole cosas, sino regalando su propia vida; no regalando sólo lo que le sobra del tiempo, o algunos juguetes o instrumentos electrónicos que parecieran llenar naturalmente la vida de nuestros niños. Qué importante es que nuestros hijos aprendan del Niño Jesús a convertirse en don para los demás. Qué bueno es para nuestra sociedad que se aprenda a vivir como un don, quienes nos gobiernan, siendo don para todos los ciudadanos y no buscando el poder o la supremacía de sus propias ideas; quienes tienen la tarea de dar trabajo como un don para sus trabajadores, de tal manera de buscar la espiritualidad del don y del compartir”, afirmó, planteando que la sociedad sería muy distinta si la “cultura del don” animara las acciones diarias. “¡Cuánta más solidaridad habría entre nosotros si aprendiéramos a vivir en la cultura del don!”, enfatizó.

Monseñor Ezzati presidió al mediodía de este sábado la Misa de Navidad, con gran presencia de fieles.

Fuente: Comunicaciones Concepción
Concepción, 25 de Diciembre, 2010
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