De un almuerzo navideño, al ritmo de villancicos y batucada, 300 personas que se encuentran en situación de calle en Iquique pudieron disfrutar de un espacio para alimentar el alma, la amistad y el cuerpo, en dependencias de la parroquia San Antonio de Padua.
Entre las 13.00 y las 16.00 horas, personas voluntarias de diversas comunidades de nuestra Iglesia, compartieron la mesa y la Palabra de Dios con quienes nada tienen. También llegó hasta este punto de encuentro monseñor Marco Antonio Ordenes, quien saludó conversó animadamente con los presentes.
Esta iniciativa, convocada por la Pastoral Social Diocesana, es la primera actividad que se realiza en el contexto de la formación de la Pastoral de Calle, dentro de la cual están presente, en su coordinación, el Hogar de Cristo, Colegio María Auxiliadora, Colegio Don Bosco, además de las parroquias Perpetuo Socorro, San Antonio de Padua con sus comunidades Nuestra Señora de los Dolores y Cristo Rey.
También, la experiencia del Pozo de Agua Viva y Miel de la Roca, que pertenecen al Centro Social y Cultural Sarepta, “ellos los que, como organización contribuyeron económicamente con lo que tenían y con el recurso humano”, dijo Aníbal Valenzuela, integrante de la Pastoral Social de Iquique.
Navidad de los Niños y Niñas Migrantes
Con mucha alegría los niños y niñas migrantes recibieron la visita del Pastor de Iquique, quien asistió a la Fiesta de Navidad que la Pastoral de Migrantes de la Diócesis de Iquique, apoyada por el Encuentro de Padre en el Espíritu (EPE), realizó a los más pequeños este fin de semana.
En la oportunidad, donde además el padre Scalabriniano, Ildo Griz, asesor de dicha pastoral, acompañó la celebración de la liturgia en la que participaron alrededor de 150 niños y niña que, además disfrutaron de los helados, las golosinas y la presencia del Viejito Pascuero.
Los presentes a esta tradicional celebración navideña, son migrantes de países hermanos como Perú, Bolivia, Ecuador y Colombia.
Estas actividades es una hermosa muestra de solidaridad, porque “en la Mesa para Todos, cavemos todos los hijos de Dios. Estas celebraciones son una profunda memoria para los cristianos, para nosotros, los creyentes, de que no hay Navidad si no abrazamos a Cristo en el pobre”, señaló el Obispo de Iquique.
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Más fotos en la web de la Diócesis de Iquique
Fuente: Comunicaciones Iquique