La idea era que un grupo de ciegos de Maringwe fabricaran vasijas y ollas de barro cocido, escobas y otros utensilios, y así se hicieran acreedores de un kit de comida que entrega Cáritas.
“Todos se reían, todos trabajaban con alegre entusiasmo y lo pasaron chancho (…) Al final salió lo que salió. Hermosísimo el trabajo de los ciegos. Los fueron a entregar solemnemente al doctor en el hospital. Vinieron varios a recibir los trabajos que eran impresionantes más que por la simple utilidad, por la gran dignidad que entrañaban en sí mismo”.
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Fuente: Prensa CECh