Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la violencia contra la mujer es la principal causa de muerte para mujeres entre 15 y 44 años, más que el cáncer, los accidentes de tránsito.

De las denuncias por violencia intrafamiliar realizadas en Carabineros de Chile el año 2010, en el 81% las víctimas es la mujer. Mientras que la encuesta nacional de Victimización del Ministerio del Interior, dice que el 35.7% de las encuestadas plantea haber sido víctima de violencia por parte de su pareja o ex pareja en algún momento de su vida, es decir una de cada 3 mujeres.

El 25 de noviembre es el día de la no violencia hacia la mujer y la Vicaría Pastoral Social y de los Trabajadores (VPSyT) lo celebró con una liturgia en el marco de la conmemoración del compromiso de la Iglesia chilena con los DDHH, en la Casa de Acogida Santa Ana, la que desde 2008 atiende a mujeres y sus hijos que han sido víctimas de este flagelo.

“Este es un programa de protección que posee la VPSyT, el cual se configura como una residencia temporal y segura, para mujeres y sus hijos e hijas, víctimas de violencia intrafamiliar. Un espacio que se conforma como una unidad terapéutica y de soporte, donde las mujeres tienen la posibilidad de desarrollarse y organizar nuevos proyectos de vida. Se generan acciones que potencien la autoestima, el sentido de seguridad personal, la autonomía y el empoderamiento de las mujeres”, explicó Gabriela Hume, Coordinadora el programa.

Como proyecto colaborador de SERNAM, se comenzó a implementar en marzo de 2008. “Es importante destacar la inserción que ha tenido, respecto a la validación técnica en los distintos estamentos públicos, Ministerios y trabajos en red, lo cual nos ha permitido facilitar el trabajo con las mujeres y sus hijos con el objetivo de entregar mayores herramientas de reinserción para ellas. Destacar la oferta programática para las mujeres y dentro de éstas, la incorporación de la nueva línea de trabajo para los niños(as)”, dijo la Coordinadora.

Fortalecer la espiritualidad
Además, durante este año, se ha implementado una línea de apoyo pastoral, que tiene como objetivo fortalecer la espiritualidad de las mujeres, favoreciendo la vida comunitaria, el valor de la solidaridad y su dignificación como persona humana desde su integralidad, así como el encuentro con la persona de Jesús. Esta tarea se realiza desde un enfoque ecuménico orientado al respeto de las distintas confesiones religiosas de las mujeres.

“Este presenta dos líneas de trabajo: un acompañamiento personal y trabajo en grupo. Las actividades a desarrollar son semanales, con una metodología lúdica y pedagógica. Haciendo mención a celebraciones de la vida y de las efemérides desde la perspectiva de la mujer”, agregó Gabriela.

La violencia vulnera todos los derechos
Hace 32 años la Iglesia de Santiago definió 1978 como el Año de los Derechos Humanos. Con enorme valentía, en noviembre de ese entonces, se organizó el Simposio Internacional Sobre Derechos Humanos, en el que la Iglesia de Santiago, encabezada por el Cardenal Raúl Silva Henríquez, invitó a las más destacadas autoridades del mundo en esta materia. Chile vivía duros momentos, y era más urgente que nunca un espacio para reflexionar en profundidad sobre los derechos del hombre. “Todo hombre tiene derecho a ser persona” fue el lema del encuentro que hasta el día de hoy se recuerda.

“Es así como desde 2008 – al cumplirse los 30 años de este Simposio - la Vicaría Pastoral Social y de los Trabajadores conmemora el día en que la Iglesia Católica se compromete con los Derechos Humanos y en este contexto es que para 2010 invita a una ceremonia para renovar nuestro especial compromiso con los derechos esenciales del hombre y la mujer y este año queremos hacerlo conmemorando, además, el Día Internacional por la no violencia contra la mujer”, dijo el Padre Rodrigo Tupper, Vicario de la Pastoral Social y de los Trabajadores.

“La violencia vulnera todos los derechos, disminuye las habilidades sociales, las capacidades sociales para ser un promotor de creación de derechos. Porque los derechos es un hecho social, si hay personas violentadas, hay personas con menos capacidad para desarrollarse en sociedad”, explicó Maribel Gálvez, especialista en materia de derechos humanos y participación ciudadana.

Luego agregó, “frente a eso es importante incentivar conocimientos para detener la violencia. Las mujeres cuando tocaron fondo fueron a denunciar y algunas dijeron ‘yo soy persona también’. Al darse cuenta de eso, lo que se activa es la defensa porque van a denuncian al agresor y esa es la primera acción de persona y después viene todo el tema del cuidado”.

Fuente: www.vicaria.cl