El féretro fue recibido en la puerta del templo por el director del Departamento de Liturgia del Arzobispado, Monseñor Héctor Gallardo, y por canónigos de la Catedral, encabezados por el Deán, Monseñor Juan de la Cruz Suárez.
Luego, los presbíteros y el numeroso público que empezó a llegar, rezaron un responso por el eterno descanso del Obispo. En la oportunidad, Monseñor Suárez dijo que “si bien es cierto la muerte de Monseñor Sergio Valech en la parte humana es dolorosa, porque somos seres humanos, nos mueve la fe y la esperanza y creemos en la resurrección y la vida. El justo premio para nuestro hermano Obispo es que el Señor lo tenga en su morada santa”.
Agregó que “por justicia, nos corresponde a nosotros rendir nuestro homenaje ante sus restos, que fueron templo del Espíritu Santo. Un pastor que guió a la Iglesia, un pastor que entregó lo mejor de sí por amor a Cristo, no me cabe duda que está gozando de la alegría en el cielo.
Entre los asistentes se encontraban algunos parientes de Monseñor Valech, como su sobrino y ahijado Rolando Andrés Haddad Valech y Julio Aldunate. Este último señaló que “para mí significó todo, se fue la mitad de mi vida ahora. La presencia espontánea aquí de gente común y corriente demuestra claramente quién era Sergio Valech Aldunate, un hombre de Chile”.
César Carachi destacó la lucha del Obispo por los derechos humanos. “Mi esposa fue una torturada y estamos aquí para agradecerlo, porque fue un gran demócrata e hizo mucho por muchos desvalidos”, dijo. Su esposa, Elena Mujica, dijo que “Monseñor Valech es entrañable para mí, sabía que estaba enfermo, pero la noticia me golpeó”.
Magali también pasó ante la urna y aseguró que el fallecido Obispo “es un santo y está descansando”.
Cristián Riquelme indicó que “estamos acá para agradecer a Monseñor lo que hizo por tanta gente en Chile que no tuvo voz, él fue la voz del pueblo chileno durante muchos años con la Vicaría de la Solidaridad. Los que amamos los derechos humanos siempre vamos a estar agradecidos de él y lo vamos a llevar en el corazón”.
En la Catedral Metropolitana hay dos libros de condolencias que están recibiendo las expresiones de gratitud de la gente. Además está a disposición un
libro virtual de condolencias.
Este miércoles a las 19:00 horas, se celebrará una eucaristía y el templo estará abierto también mañana durante todo el día para la visita del público. Los funerales se efectuarán este viernes 26, en el Cementerio General, después de una misa en la Catedral, a las 14:00 horas.
“De aquí no sale ninguna carpeta”
El Padre Cristián Precht, Vicario General de Pastoral y ex Vicario de la Solidaridad, afirmó que “Don Sergio despertó un cariño inmenso en los trabajadores de la Vicaría y, por cierto, en todas las personas que acudieron a su servicio. Creo que ellos aquilataron mucho su enorme humanidad, su capacidad de conmoverse ante el dolor y su sentido de justicia. No hay que olvidar que en tiempos de don Sergio se quiso incautar los archivos de la Vicaria y él se plantó en la negativa, porque, dijo, ‘este es un secreto confiado a la Iglesia y los secretos confiados no se revelan’, sentando una doctrina moral en la cual yo también creo. Él tuvo la fortaleza y audacia de decir ‘me llevan preso a mí, pero de aquí no sale ninguna carpeta’. Hombres así nos hacen bien, a la Iglesia y al país”.
Muere como si casi no tuviera recursos
El Vicario de la Zona Cordillera, Padre Fernando Vives, aseguró que la vida de Monseñor Valech “es un testimonio monumental de un hombre de Dios y muy inserto en la vida humana. El mismo don Sergio manifestaba muy claramente su propia humanidad, su sentido humanista y su sentido religioso enorme. Don Sergio fue muy generoso con sus bienes –que tenía muchos- y esos bienes los compartió con muchísima gente que fue beneficiada con esos dineros. Él mismo dio un testimonio de sobriedad y austeridad tremenda. Fallece casi como si fuera un hombre sin recursos. Tenía mucho cariño por la Iglesia y por cada uno de los sacerdotes. También fue un hombre muy abierto al acontecer de la vida nacional y trabajó muchas veces silenciosamente, otras veces con más protagonismo público, en la defensa de los derechos humanos”.
Puertas abiertas para los más pobres
El Padre Rodrigo Tupper, Vicario de la Pastoral Social y de los Trabajadores, destacó a Monseñor Valech como “un testimonio admirable de amor a la Iglesia, de compromiso y de entrega, de evangelización al mundo de los más pobres y especialmente su testimonio de sencillez y de austeridad. A mí siempre me impresionó mucho esa característica de don Sergio. Y después, que tenía las puertas de su oficina permanentemente abiertas para que llegaran los más pobres a estar con él. Eso lo veíamos en las reuniones de vicarios, cuando salíamos, siempre había personas pobres y don Sergio estaba allí dispuesto a ayudarlas”.
“Un gallo de Dios”
Por otra parte, el Padre Alfonso Baeza, párroco del Sagrado Corazón de Jesús de la Alameda y ex vicario de la Pastoral Obrera, hoy Vicaria de pastoral Social y de los Trabajadores, dijo que “don Sergio era un gran amigo, una persona con la cual se podía conversar de todo. Me agradaba mucho su buen humor, su disponibilidad frente a la gente. El podía tener una opinión desde lejos negativa de lo que hacíamos nosotros, pero cuando conversábamos, él cambiaba muchas veces. Así fue con la Vicaría de las Solidaridad. Al principio no estaba muy convencido de que realmente estuviéramos haciéndolo bien, pero después pensó distinto. Lo que lo conmovía era la realidad, aparentemente parecía muy indiferente desde lejos, pero cuando se metía, lo hacía a ful. Don Sergio tenía una calidad humana, una bondad, una comprensión de los problemas de las personas extraordinarias. Era un gallo muy de Dios, ponía todas las cosas en manos del Señor”.
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Libro virtual de condolencias
Fuente: DOP Santiago - www.iglesiadesantiago.cl