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El Mensaje fue dado a conocer este lunes 22 de noviembre por Mons. Ricardo Ezzati Andrello, arzobispo de Concepción y Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, en conferencia de prensa ofrecida en la sede episcopal en Santiago.

El texto destaca la presencia en la 100ª Asamblea de un grupo representativo de obispos eméritos, presbíteros, diáconos, consagrados y laicos, "aportando el don de su propia vocación y experiencia eclesial. Juntos hemos buscado leer en los signos de los tiempos la presencia salvadora de Cristo Jesús, fuente de vida abundante y meta de nuestra historia".

Los pastores han subrayado en su Mensaje los signos de esperanza que alientan nuestro caminar eclesial y nacional: la fuerza espiritual compartida para superar las dolorosas consecuencias del terremoto, la alegría con la que se ha agradecido a Dios con ocasión del bicentenario, la fe de los 33 mineros junto a la fuerza y generosidad quienes participaron en su rescate, los deseos de participación justa y de integración del pueblo Mapuche y de otros pueblos originarios en la vida y quehacer de nuestra patria.

"Como comunidad de discípulos de Jesucristo queremos aportar a la construcción de Chile la gracia de la esperanza, conscientes de que no hay esperanza sin compromiso con la verdad y con la honestidad de la escucha y el diálogo entre personas diversas. Cada chileno y chilena tiene algo que enseñar y algo que aprender. Sólo aprendiendo hay futuro. Sin búsqueda de la verdad no hay esperanza, sino victoria de unos sobre otros; sólo quedan vencedores y vencidos. Sin escucha y diálogo, es imposible un proyecto compartido y corresponsable que proyecte al futuro anhelado", señalan los obispos.

Más adelante, expresan que no hay esperanza sin intentar entender lo que le pasa al otro, "en particular a aquellos que reciben la peor parte de la vida en nuestra tierra, los peores sueldos, los peores ejemplos, las esperas más largas en los consultorios, los peores niveles de educación, las mayores soledades y las mayores dificultades para hallar trabajo, techo y pan sobre la mesa. La esperanza hunde su consistencia en la justicia y en la búsqueda del bien de todos".

Afirman los obispos que su gran deseo es convertirse en testigos de la esperanza. "Queremos contagiar esperanza a quienes nos gobiernan, a los transformadores sociales, a los educadores, a los trabajadores, a los pobres, a los jóvenes y los ancianos. Una esperanza que nos haga emprendedores de vida y de solidaridad y nos permita superar el desaliento y la frustración; una esperanza que es también virtud probada y que lleva a esperar contra toda esperanza".

Un punto de partida

Como discípulos misioneros de Jesucristo, los pastores quieren que la esperanza se convierta en un punto de partida de una etapa nueva de la historia de Chile. "Muy distinto va a ser nuestro presente y nuestro futuro si lo emprendemos y lo vivimos teniendo a Jesús por protagonista, si somos conducidos por hombres y mujeres de esperanza y si alimentamos, con ella, la lámpara de nuestro diario caminar".

En el tiempo litúrgico de Adviento que se acerca, invitan a descubrir que la esperanza pone en nuestras vidas, felicidad, fidelidad y fecundidad. Y a María, la Virgen Santa, cantan y piden que "mantenga el ritmo de nuestra espera". "Con Ella llegaremos lejos, hasta donde la esperanza nos lleve. Su visita al país en la hermosa imagen bendecida por el Papa Benedicto nos ha colmado de gozo; sus hijos la hemos descubierto como causa de nuestra esperanza y Madre del Consuelo".

Finalmente, los Obispos afirman que, como en la celebración de la Misa por Chile, que tuvo lugar este domingo en Maipú, "seguiremos unidos a todos ustedes en el Corazón de Jesús y de María".

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Fuente: Prensa CECh

 Monseñor Ezzati

  Mensaje de la 100ª Asamblea Plenaria de la CECh

  Mons. Ricardo Ezzati - rueda de prensa parte 1

  Mons. Ricardo Ezzati - rueda de prensa parte 2

  Mons. Ricardo Ezzati - rueda de prensa parte 3

  Mons. Ricardo Ezzati - rueda de prensa parte 4