Un hermoso día otoñal acompañó a los más de quince mil fieles que al mediodía del domino 3 de abril se congregaron en la Plaza de Armas de Santiago para participar en la Eucaristía en memoria del Papa Juan Pablo II. La Misa fue presidida por el Cardenal Francisco Javier Errázuriz y concelebrada por el Nuncio Apostólico en Chile, monseñor Aldo Cavalli; y los Obispos Auxiliares de Santiago, Mons. Ricardo Ezzati, Mons. Cristián Contreras Villarroel, Mons. Andrés Arteaga; y Mons. Sergio Valech, Obispo Auxiliar emérito.
Al multitudinario oficio religioso asistieron las máximas autoridades del país, encabezadas por el Presidente de la República, Ricardo Lagos. Se encontraban presentes el Presidente del Senado, Sergio Romero; el Presidente de la Corte Suprema, Marcos Livedinsky; y Presidente de la Cámara de Diputados, Gabriel Ascencio, enre otras autoridades.
En su homilía, el cardenal Francisco Javier Errázuriz destacó el legado y enseñanzas que dejara Juan Pablo II durante su visita a Chile, hace justamente 18 años.
“Sus palabras- dijo el Cardenal Errázuriz- constituyeron un mensaje potente, lleno de verdad y de vida. Era un mensaje liberador, que despertaba nuestra esperanza. Ese día 3 de abril nos alentó a ser artesanos de la paz, de la democracia y de la reconciliación, y a trabajar por la solidaridad, a partir de los valores de nuestra cultura, que había acogido el mensaje del Evangelio. Nos propuso contemplar el rostro de Jesús, y servir a los más pobres y marginados, que no pueden esperar. Nos invitó a hacer fructificar nuestra cultura ante los nuevos desafíos. Y puso ante nuestros ojos la fidelidad y la maternidad de la Virgen del Carmen, la alegría y la familiaridad con Cristo de Teresita, como también la figura del P. Hurtado, a quien llamó hijo preclaro de la Iglesia y de Chile”.
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Fuente: DOP Santiago
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