Monseñor Gonzalo Duarte celebró misa de acción de gracias con mineros rescatados y sus familias
La eucaristía fue presidida por el Vicepresidente de la Conferencia Episcopal, Monseñor Gonzalo Duarte, y el Vicario General de la Diócesis de Copiapó, P. Alejandro Castillo.
En su homilía, Monseñor Duarte llamó a tener confianza en la justicia de Dios, que vela por casa persona, y agregó que había que agradecer la respuesta de Dios a nuestras súplicas. “Dios actúa por medio del hombre y la mujer”, dijo, mencionando la inteligencia del hombre y de la mujer, hechos “a su imagen y semejanza”. Agradeció el ejemplo de fortaleza, solidaridad, de unidad y de ganas de vivir de los mineros y de las familias, señalando que “la familia es el mejor lugar para nacer, para crecer, para envejecer y para morir”, haciendo énfasis en la importancia de que los familiares permanecieran en el campamento durante los 70 días que duró el encierro de los 33 mineros bajo el yacimiento. Dio las gracias de manera especial a las madres y las abuelas, que son “la columna vertebral” del país.
El Obispo también tuvo palabras de reconocimiento para la labor de los medios de comunicación, que puso este accidente y su feliz culminación en los ojos del mundo. Pero también se refirió “a quienes no salen en la tele, y que nunca saldrán, a los que nadie quiere entrevistar”, a todas las personas que anónimamente trabajaron por armar y sostener el campamento, a los que vinieron de otros lugares para ofrecer apoyo, a los que dejaron sus ocupaciones diarias para dar parte de su tiempo acompañando a las familias.
Después de la eucaristía, la Iglesia Evangélica celebró un acto de Acción de Gracias, en el que algunos mineros dieron testimonio de lo difícil que fue sobrevivir y mantener la esperanza bajo tierra. Sin embargo, todos coincidieron en que la fe fue lo que los hizo sobreponerse y luchar por sobrevivir y volver al lado de sus seres queridos.
Fuente: Comunicaciones Copiapó