El Papa Benedicto XVI siguió con gran interés la situación de los 33 mineros chilenos que permanecieron diez semanas atrapados a 700 metros de profundidad, rezó todos los días por ellos y sus familiares, y mantuvo colocada en su departamento la bandera chilena firmada por los mineros que recibió el jueves 7 de octubre durante una audiencia en el Vaticano.
Así lo aseguró hoy el Director de la Oficina de Prensa Vaticana y portavoz de la Santa Sede, P. Federico Lombardi, SJ, en un editorial del semanario del Centro Televisivo Vaticano "Octava Dies". En la publicación, el vocero afirmó que el rescate de los mineros es "una gran fiesta" que resalta el valor de la vida.
"Hace días, un joven chileno al final de una audiencia entregó al Papa una bandera de Chile que llevaba las firmas auténticas de los 33 mineros. Benedicto XVI la ha tenido expuesta en su departamento, recordando cada día en sus plegarias a esos hombres hasta el momento de su rescate", dijo el P. Lombardi.
La bandera la recibió el Pontífice, durante la audiencia que concedió a los participantes en el Congreso Mundial de la Prensa Católica, de manos del director de Comunicaciones y Prensa de la Conferencia Episcopal de Chile, Jaime Coiro.
La esposa del minero Claudio Yáñez había solicitado a su marido que firmase una bandera para llevar al colegio Pedro León Gallo, de Copiapó. Yáñez tomó dos banderas y escribió: "Estamos vivos en el refugio los 33", con una dedicatoria al colegio, y estamparon en ambas las firmas todos los mineros. Una de ellas fue enviada al colegio y la otra fue obsequiada a los comunicadores católicos de Chile, que quisieron entregarla al Papa como signo de comunión con el Pastor universal que siguió con especial cercanía y preocupación el desarrollo de esta odisea.
Una gran fiesta
El P. Lombardi resaltó asimismo que el rescate de los 33 mineros "es una gran fiesta" y que es “bonito que en todo el mundo se haya seguido con interés la extraordinaria acción realizada para salvar vidas humanas".
A este respecto subrayó que más de mil millones de personas siguieron por televisión en todo el mundo el operativo, lo que demuestra el poder de los medios de comunicación para que todo el mundo participe del gran esfuerzo realizado.
El P. Lombardi añadió que al igual que la Iglesia se alegra de lo sucedido, también recuerda a los innumerables mineros que en diversas partes del mundo "han tenido o tendrán" una suerte diferente debido a desgracias "o a condiciones inseguras de trabajo".
El mismo día del rescate, Benedicto XVI ya encomendó "con esperanza" a Dios a los 33 mineros de la mina de cobre "San José", de la región norteña chilena de Atacama.
En varias ocasiones, en los 70 días que los mineros estuvieron atrapados, el Papa expresó su solidaridad y el 7 de octubre, durante la presentación de las cartas credenciales del nuevo embajador chileno ante la Santa Sede, le aseguró que lleva a Chile dentro de su corazón y que rezaba por los mineros.
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Fuente: Radio Vaticana, Agencias