En la tarde del miércoles 13 de octubre faltan pocos mineros para ser rescatados desde las entrañas de la tierra y la Iglesia Católica ha estado presente con su oración desde el comienzo de esta delicada operación.
En la Parroquia El Sagrario el Santísimo Sacramento ha estado expuesto desde las 20:00 horas del 12 de octubre. Luego, a las 23:00 horas el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, Arzobispo de Santiago, ofició una Eucaristía por el éxito en el rescate de los trabajadores. Sostuvo: “Con nuestra oración queremos estar unidos a estos 33 mineros y a sus familias, precisamente unidos en la oración, implorándole al Señor que los pueda traer a la superficie a todos ellos, que no tengan ningún contratiempo con su salud una vez que salgan y que esta vida, que para ellos será una vida nueva que comienza, cuente en todo momento con toda la bendición de Dios”.
Durante toda la mañana del miércoles 13 de octubre ha estado expuesto el Santísimo en el altar de la parroquia El Sagrario. Hasta allí han llegado muchos santiaguinos para orar y dar gracias a Dios por la vida de sus compatriotas que ya fueron salvados desde el interior de la mina San José. El Padre Javier Manterola, párroco del lugar y Vicario de la Zona Centro, señala que hay muchas cosas a meditar a partir de este acontecimiento. Primero, valorar “la decisión de la autoridad y de la sociedad de salvar vidas y dar dignidad”, sostiene. En segundo lugar destaca “el espíritu de unidad y solidaridad que el hecho ha suscitado, espíritu que viene de Dios”. Cree que muchas de las personas que acuden al templo lo hacen para dar gracias por “el regalo de Dios muy grande” que simboliza el rescate con vida de los mineros atrapados.
El Padre Manterola añade: “En lo personal esta noticia me ha hecho meditar en los miles de chilenos que todavía viven, no bajo 700 metros de roca, sino en un abismo de oscuridad, de ignorancia, de poco respeto; así es que también por ellos tenemos que trabajar y pedirle al Señor”.
Testimonios
Víctor Maillard: “Me ha impresionado la labor”
Vine aquí para rezar porque los mineros estén bien. Lo que me ha impresionado ha sido la labor que han hecho todas las personas que están allá. Ojalá salga todo bien hasta el final. Es bonito lo que está pasando.
Gladys Castro: “No desperdicien la oportunidad de una segunda vida”
Había que rescatarlos, es algo humano, no podían dejarlos en un riesgo tan grande, porque se sabía que estaban vivos. Y si hubiesen estado muertos, había que recuperar los cuerpos por las familias que hay detrás.
Cuando escuché que eran 33 los mineros atrapados en la mina San José, yo pensé que estaban vivos.
Lo que les diría es que no desperdiciaran la oportunidad de una segunda vida. En el sentido de su relación con Dios y con el resto de las personas. Que no solamente piensen ellos, en su mujer y sus hijos, sino que piensen que detrás de ellos, mientras estaban enterrados, había todo el pueblo chileno y muchas personas del mundo entero.
Carmen Pérez: “Un ejemplo para no dejarnos amilanar”
El rescate ha sido una cosa maravillosa, ha sido milagroso. Esa frase “Estamos bien…” nos tiene que llegar a fondo a nosotros. “Estamos bien” decían y estaban a más de 700 metros de profundidad bajo al tierra, en la oscuridad y perdidos. Eso nos tiene que servir de un ejemplo enorme para vivir para no dejarnos amilanar. El Señor está con nosotros y el Señor lo ha probado.
Si pudiera, los felicitaría por su comportamiento, que es de Dios. No se desesperaron, todos se veían en paz hasta para salir. Después de la experiencia de haber nacido de nuevo es una llamada para vivir al lado de Dios que los salvó. Es lo mismo que tenemos que pensar nosotros también: vivir al lado de Dios que nos salvó.
Alejandro Orellana: “Es una inyección de esperanza”
Estuvimos todo el día viendo la tele en el trabajo. Fue emocionante, incluso lloramos todos.
Los mineros tienen que estar más que agradecidos de Dios. Tanto tiempo bajo tierra y pudieron sobrevivir a todo eso. Incluso cuando todos perdieron la confianza. Es una inyección de esperanza. Ante estas cosas uno ve lo fuerte que somos los chilenos. Es un ejemplo de valor para todos.
Las lecciones que nos dejan son la unidad, el amor por la familia y por el prójimo. Lo más importante es querer a las personas, uno veía cómo ellos se cuidaban. Uno tiene que estar agradecido de tener gente al lado de uno.
Flor María Briones: “Dios se manifiesta a través de los acontecimientos”
Orar por los mineros es lo mínimo que podemos hacer, agradecer a Dios por este milagro que ha hecho. Como el Padre dijo, Dios se manifiesta a través de los acontecimientos, y cuando ocurrió esta desgracia pensé que Dios quería hacer algo grande en Chile. Uno tiene que ver que Dios está en todo, en cada instante y en todas las personas. Que las personas tengan ceguera y no quieran verlo es otra cosa.
El mundo está preparado para ir a la luna y para hacer cosas extraordinarias, pero no se ha preocupado de penetrar a las profundidades. Uno puede hacer una comparación con la persona también, uno se preocupa de lo exterior y nunca de descubrir para qué uno está en este mundo. Conocemos lo externo, pero no nos conocemos a nosotros mismos.
El rescate de los mineros me dejó muchas enseñanzas. La principal es reconocer humildemente que no somos nada y que Dios es el gestor y dador de vida. Hay que pasar por cosas grandes para que el ser humano se dé cuenta de lo pobre que es. Ante Dios uno cae de rodillas. Esperaba que un minero se arrodillara y así fue. Si el ser humano no se arrodilla ante Dios ¿ante quién puede hacerlo?
Fuente: DOP www.iglesiadesantiago.cl