La sociedad de hoy cada día experimenta más formas de soledad y de indiferencia, es aquí, donde los cristianos debemos ofrecer signos de esperanza, ¡hagamos ver a Cristo en todo momento y en todo lugar!, "¡el mundo necesita el amor de Dios, encontrar a Cristo y creer en Él!" (Benedicto XVI Mensaje Dum 2010).
El mandato misionero lo han recibido todos los bautizados y la Iglesia entera. "La llamada a anunciar el Evangelio apremia no sólo a cada fiel, sino a todas las comunidades diocesanas y parroquiales que deben hacer una renovación integral, y abrirse cada vez más a la cooperación misionera entre las Iglesias para promover el anuncio del Evangelio en el corazón de cada persona, de cada pueblo, cultura, raza, nacionalidad, y en todas las latitudes" (Benedicto XVI Mensaje Dum 201 O).
"En esta Jornada del Domingo Universal de Misiones en la que la mirada del corazón se dilata sobre los inmensos espacios de la misión, sintámonos todos protagonistas del empeño de la Iglesia por anunciar el Evangelio. El impulso misionero ha sido siempre un signo de vitalidad para nuestras Iglesias (cfr. Carta encíclica Redemptoris missio, 2) y su cooperación es testimonio singular de unidad, de fraternidad y de solidaridad, que nos hace anunciadores creíbles del Amor que nos salva" (Benedicto XVI Mensaje Dum 2010).
¿Cómo participar?
En la misa de tu parroquia o capilla del domingo 24 de octubre. Es importante saber que, además de la oración que es el medio espiritual indispensable para llegar con el Evangelio a todos los pueblos, se espera también en esta jornada un apoyo material concreto que debe ser entregado en la colecta que se realiza en esta misa, para ir en ayuda de las misiones. Todo el dinero recaudado en esta colecta debe ser enviado a través de las Obras Misionales Pontificias, al "Fondo de Solidaridad Universal" con sede en Roma y que está bajo el cuidado del Santo Padre para ser destinado a los lugares de misiones que más lo necesiten.
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Fuente: Obras Misionales Pontificias