Mons. Carlos Pellegrin: “Ñuble se merece más, Chillán se merece más”
Obispo de Chillán en Te Deum de Fiestas Patrias
Mons. Carlos Pellegrin: “Ñuble se merece más, Chillán se merece más”

Un llamado a trabajar unidos por el desarrollo de la provincia dejando de lado egoísmos, ambiciones y división, realizó Mons. Carlos Pellegrin en el Te Deum de Fiestas Patrias, celebrado este 18 de septiembre en el Atrio de la Catedral de Chillán.

“Hago hoy una invitación para que la celebración del Bicentenario nos permita asumir las responsabilidades compartidas en nuestra Provincia de Ñuble, para avanzar en las iniciativas truncadas por el terremoto, y otros factores humanos, sin buscar culpables, asumiendo las diferencias, y permitiendo que se conviertan en fuente de rica diversidad en beneficio de todos” expresó el pastor diocesano ante los fieles que se congregaron para orar y dar gracias por nuestra Patria.

El Pastor diocesano señaló que Las familias de esta noble tierra, los niños, jóvenes, adultos mayores, se merecen mejor educación, digna atención de salud, destacando que “Ñuble se merece más, Chillán se merece más”. Monseñor Pellegrin realizó una invitación a “vivir con optimismo y esperanza, cultivar la solidaridad, para salvar el alma de Chile, como el gran rescate de la Patria del sin sentido, de la falta de verdad y autenticidad, dando lugar al nuevo nacimiento de una vida plena en Cristo el Señor”

Los desafíos en el año del Bicentenario

En el marco de su homilía Monseñor realizó un llamado a la reconciliación y al perdón señalando que “Solamente así podremos hacer vida, en el nuevo centenario que comenzamos, la práctica de la benevolencia, la humildad, la dulzura, la paciencia, perdonándonos mutuamente, como Dios nos ha perdonado a nosotros.”

Monseñor Pellegrin señaló que ese es el único camino para recuperarnos de las tragedias recientes y llegar a habitar esta tierra en común, con un espíritu visionario y un corazón reconciliado, como también, para seguir luchando por nuestra independencia de otros colonialismos más sutiles que acechan en el tercer milenio la vida de nuestros pueblos y nuestras gentes.

En el contexto de esta acción de gracias el Obispo Diocesano invito a agradecer a Dios por la vida del campo y la cultura campesina, vividas en nuestra Provincia de Ñuble que, aunque amenazada, se levanta aportando con la historia y tradiciones que han forjado a la Patria.

A su vez en la memoria agradecida de nuestro pueblo chileno, el Pastor diocesano insto a elevar una oración por los pueblos originarios que enriquecen con su cultura a la Nación enfatizando que “La huelga de los 34 comuneros mapuches, en vísperas del Bicentenario, ha alterado la agenda política de todos los sectores del país, y ha dejado expuesta una de las herencias políticas más complejas recibidas por la actual administración, y que no resiste más un errático tratamiento, político y jurídico. La compleja situación del “tema mapuche”, mirada con los ojos de la fe, nos invita a encontrar propuestas integradoras, que permitan facilitar la superación de la marginalidad y pobreza que afectan a tantos hermanos de esa etnia, particularmente en las zonas rurales”.

El llamado desde la tierra

Mons. Pellegrin destacó que los 200 años de nuestra historia independiente están marcados por el testimonio de miles de chilenos que como héroes han sabido entregar su vida valientemente por el bien de la comunidad nacional destacando que “En este año del Bicentenario, los héroes nos han dado un ejemplo de servicio desinteresado después del terremoto de febrero, mientras que los mineros nos dan el valiente testimonio de resistencia a la adversidad esperando ver la luz y ser liberados por los rescatistas como fruto de un largo parto”

El Pastor diocesano señaló que “Al celebrar los 200 años de nuestra Independencia Nacional, desde la tierra Dios nos habla poderosamente, en el evento del terremoto y en la tragedia minera del desierto, indicándonos que en la adversidad podemos resurgir a una vida nueva, marcada por la solidaridad, el entendimiento y el agradecimiento a Dios”

En la parte final de su homilía Monseñor Carlos Pellegrin señaló que las diferencias de oportunidades entre los chilenos, marcan la desigualdad histórica que nos han puesto en lugares de pobreza que nunca imaginamos, y que el pasado terremoto ha dejado en evidencia con sus terribles consecuencias para tantas familias de nuestra tierra. Es por eso que destacó que “venciendo la tentación de ocultar esta realidad, cada uno de nosotros estamos invitados a construir desde nuestra realidad personal un Chile que sea realmente “una Mesa para Todos”.

- Ver texto completo de la homilía

Fuente: Comunicaciones Chillán
Chillán, 18 de Septiembre, 2010

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