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1. En tu acción, recuerda que eres instrumento del amor de Dios.
2. Mira el rostro de Cristo en el que sufre, y promueve siempre su dignidad de Hijo de Dios. “Trabajen por crear un clima de verdadero amor y respeto al pobre, porque el pobre es Cristo”*.
3. Guiado por la fe y la razón entrega tu talento con la fuerza del corazón.
4. Sé solidario y paciente en la escucha de las necesidades y anhelos de tu prójimo, camina junto a él en la reconstrucción de su vida material, social y espiritual. “Irás por el camino buscando a Dios, pero atento a las necesidades de tus hermanos”*.
5. Alégrate por los logros de tu hermano, ¡celebren juntos! “Hay mayor felicidad en dar que en recibir” (Hch 20, 35).
6. Comparte una cena fraterna con alguien que se sienta solo o sola.
7. Sé humilde y manso de corazón al compartir las necesidades de tu hermano.
8. Participa promoviendo la justicia y el bien común en organizaciones e instituciones públicas y privadas, reconstruyendo con esperanza. “La
caridad comienza donde termina la justicia”*.
9. Que el sentido de tu acción sea poner a Cristo en el corazón de tu hermano, en el corazón de Chile.
10. Vive la Eucaristía en comunión permanente con los demás. “Mi Misa es mi vida, y mi vida es una Misa prolongada”*.
¿Habrá corazones generosos que nos ayuden a realizar este anhelo?
San Alberto Hurtado
* Pensamientos de San Alberto Hurtado.
Fuente: Prensa CECh