Como es tradicional, numerosas autoridades asistieron a la Eucaristía del Día de Fiesta, las cuales fueron encabezadas por el Ministro de Cultura, Luciano Cruz-Coke, la Intendenta Regional, Luz Ebensperger, parlamentarios de la región, gobernadores provinciales y alcaldes de Iquique y Pozo Almonte.
Una a una las cintas que se extienden como el Manto de la Virgen, corrieron por las manos de un pueblo lleno de la alegría que se siente luego de una larga espera, venerando a la Madre con cientos de banderas chilenas mientras descendió desde lo más alto del templo hasta el altar.
En la oportunidad y luego de la lectura del Evangelio, el Arzobispo de Concepción dirigió hermosas y enérgicas palabras al pueblo que con el corazón atento acogió, “cuando en la tarde contemplaba la fila enorme de peregrinos que querían pasar delante de la Virgen, quedarse un rato mirando su rostro, comprendí que entre el norte de Chile y la Virgen María hay una alianza del todo especial que nos hace bien a todos”.
Luego destacó “quisiera en esta mañana invitarlos a dos ejercicios muy simples: fijar su mirada en la Virgen del Carmen, en su imagen, en esa imagen que ustedes han contemplado y van a contemplar, en el día de hoy qué cosa nos regala la Virgen María? Nos regala en primer lugar a su Hijo, el hijo que lleva en los brazos, porque es el destinatario de nuestra fe, la vida final de nuestra fe, es Jesucristo, María es la madre que nos lo muestra, así le decimos en la oración de los salmos muéstranos el fruto bendito de tu vientre María del Carmen”.
Destacando la figura materna de la Carmelita, el Arzobispo señaló “recuerdo haber visitado una cárcel de menores y me llamó la atención fuertemente en una de las celdas de estos jóvenes de 19 o 20 años estaba escrito “sin una mamá, la vida pierde su sentido”. Gracias Virgen del Carmen porque tú nos tiendes tu mano y nos haces percibir tu materna cercanía en nuestra vida”
Refiriéndose al Bicentenario de la patria, monseñor Ezzati reflexionó “los cristianos tenemos la gran misión, la misión de imitarles y de aportarle a nuestro país el fundamento más cierto, más seguro de su progreso, de su desarrollo, no hay desarrollo técnico y verdadero si este no se construye en la roca firme que es Jesucristo. Los que hemos vivido la tragedia del terremoto y tsunami nos hemos dado cuenta todos que sólo tres minutos bastan para que tantas esperanzas solamente materiales se vinieran abajo. Hemos descubierto cómo buscar un desarrollo que sea para todo hombre y para todos los hombres, para toda mujer y para todas las mujeres”.
Profundizando sus palabras de preocupación por la realidad de los más pobres de nuestro país, Ezzati reafirmó “nos llena de tristeza el ver cómo la pobreza ha crecido en nuestra realidad y entonces qué significa tender la mano extender la mano no significa simplemente el gesto sencillo, o bondadoso que brota del corazón frente al hermano que necesita (…) en mi región pude percibir un encuentro de grandes empresarios a nivel de la región del Bío Bío, los invitaba sin duda alguna a seguir creciendo en lo que significa la corresponsabilidad y responsabilidad social de la empresa, pero no es suficiente la responsabilidad social hay que caminar hacia una sociedad y una economía de la comunión donde de verdad en la mesa que haya espacio de participación y de desarrollo para todos”.
En este mismo contexto, expuso ante la asamblea la gran preocupación de nuestra Iglesia Chilena, “a quién no le duele que el sueldo mínimo sea todavía tan mínimo, que muchas veces no alcanza para que la familia pueda tener pan, dignidad y desarrollo. Necesitamos que la Virgen del Carmen nos ayude a tender la mano, a tender la mano con generosidad, a tender la mano con solidaridad, que haga de nuestro país, un país de comunión, o como hemos dicho los obispos, un país donde en la mesa común haya espacio para todos”.
Finalmente, el Pastor de Concepción acotó “quisiera humildemente pedirles a ustedes que aquí en La Tirana expresan tan bellamente lo que es esta fiesta, en el canto, en la danza en todas las manifestaciones, que le regalen a Chile entero este rostro gozoso que nace de la contemplación del rostro de la Virgen María y es por eso que en este día le pedimos a ella, que también sea madre y Reina de Chile, que de verdad sea la Madre y Reina de nuestra Patria”.
Posteriormente, un grupo de niños integrantes de los cientos de bailes religiosos que se encuentran en el pueblo saludando a la Reina del Carmelo, llegó al altar para posar a sus pies flores, pululos, coco y confites propios de nuestro norte, como ofrendas que con amor su pueblo entrega.
Por otra parte, la Federación de Bailes Religiosos de La Tirana homenajeó a Monseñor Ezzati entregándole como presente un cuadro con la imagen de nuestra Carmelita del Tamarugal, mismo gesto que tuvo con el ministro presente en la ceremonia.
En tanto al finalizar el encuentro eucarístico y mientras un grupo jóvenes danzaron hermosamente frente a la Virgen, las autoridades presentes realizaron la danza de las Kullacas frente al altar, en un signo de unidad y compromiso con el pueblo.
Procesión
A las 15:30 horas las imágenes de San José, Jesús Nazareno y la Virgen del Carmen, salieron en procesión por las calles del pueblo, en un recorrido que duró siete horas y que como cada año, fue acompañado en todo momento por el obispo diocesano.
Miles de fieles saludaron a la Carmelita Peregrina a su salida del Santuario para luego acompañarla en su recorrido por esta Tierra Bendita, mientras los doscientos cinco bailes religiosos que llegaron a hasta La Tirana hicieron turno para homenajearla y cantar con amor a la Reina del Tamarugal.
Cuando la noche ya se había hecho presente en el pueblo, los fieles volvieron a reunirse en la explanada del Santuario para esperar con cantos la llegada de las imágenes benditas.
Al arribo de la Virgen del Carmelo, Monseñor Ezzati se dirigió ella pidiendo por los enfermos, la familia, los jóvenes, por que no falte el trabajo y el pan en la mesa de los chilenos, “María, camina siempre con la Iglesia de tu hijo para que siga siendo una Iglesia unida, fraterna, solidaria y seguidora de las enseñanzas de Cristo. Chile, aquí tienes a tu Madre”.
En tanto Monseñor Ordenes, aun emocionado tras el recorrido por las calles de su pueblo después dos años de espera por esta tan amada muestra de Fe como es la Fiesta de la Virgen del Carmen La Tirana, agradeció a Dios por una nueva oportunidad de festejar a la Carmelita, “tal como han cantado a la Virgen durante esta procesión los bailes religiosos, nosotros también comenzamos nuestra despedida rogando al Padre nos permita regresar el próximo año y celebrar nuevamente a la Madre en su casa”.
Fuente: Comunicaciones Iquique