Monseñor Ezzati llamó a empresarios a desarrollar la economía de comunión
Monseñor Ezzati llamó a empresarios a desarrollar la economía de comunión

Pleno éxito alcanzó la mesa de diálogo “Iglesia, empresarios, trabajadores. Acciones en conjunto para superar la crisis”, que convocó el Arzobispo de Concepción, monseñor Ricardo Ezzati, con invitación a empresarios, directivos universitarios y directivos de medios de comunicación.

En la oportunidad, el Pastor llamó a reflexionar y promover una economía de comunión, que apunte a propuestas concretas para enfrentar la reconstrucción.

La actividad se realizó en la sala de sesiones de la casa central de la Universidad Católica de la Santísima Concepción, contando con la asistencia de la intendenta regional, Jacqueline Van Rysselberghe y alrededor de 30 representantes de empresas, de organizaciones empresariales y directores de medios de prensa.

Luego de escuchar distintas experiencias y testimonios, Monseñor Ezzati entregó un mensaje, recordando que “es importante tener presente que la riqueza tiene siempre una hipoteca social (…) Invertir tiene siempre un significado moral, además de económico”.

En la esencia de su discurso, abordó el concepto de “economía de comunión”, citando la encíclica Caritas in veritate, del Papa Benedicto XVI. Anunció, además, que en agosto vendrá a Concepción un destacado economista de la Universidad de Bolonia que ha trabajado este tema, no sólo desde el análisis intelectual, sino que lo ha llevado a la praxis con la creación de empresas de comunión.

Explicó que a diferencia de la economía consumista, basada en la cultura del tener, la economía de comunión es la economía del dar. “Puede parecer difícil, arduo, heroico, pero no es tal, porque el hombre, hecho a imagen de Dios, que es amor, encuentra la propia realización, precisamente en el amar y en el dar”.

Subrayó que la economía de comunión es un paso más adelante en la reflexión de la responsabilidad social de la empresa. Y ahondó en sus conceptos, sintetizándolos en tres verbos: primero, sostener a través de proyectos compartidos, en la reciprocidad, en la solidaridad y la comunión el desarrollo de personas que se encuentran en la indigencia; segundo, extender la cultura de la gratuidad del don de la reciprocidad para alcanzar un desarrollo integral, una economía y una sociedad más fraterna y más solidaria. “Chile se caracteriza por se un país solidario, pero lo somos fundamentalmente cuando se nos pide algo. Necesitamos extender la cultura de la gratuidad de aquellos que por consiguiente se dan cuenta de las necesidades de los demás y gratuitamente como don, se ofrecen para desarrollar y resolver problemas”, agregó. Y tercero, dijo, una economía de comunión implica también desarrollar la empresa, creando y defendiendo puestos de trabajo, creando y defendiendo riqueza y orientándola a la vida de las personas y del bien común. “Sostener, extender y desarrollar una empresa de esta manera contribuirá, sin duda alguna, no sólo a dar mayor dignidad a las personas, sino también a resolver sus problemas concretos de pobreza”, recalcó.

Al término del encuentro, Monseñor se mostró muy satisfecho, precisando que “ha sido un encuentro muy hermoso, un anuncio de diálogo y como Obispo he podido escuchar los diferentes actores de la vida económica y empresarial, académica y me parece que los aportes han sido de mucha profundidad y un estímulo para que, en comunión, podamos enfrentar también este desafío grande de reconstruir nuestra región”.

Recordó que como Arzobispo de Concepción ha promovido la creación de mesas de diálogo para la reflexión de los grandes temas que apunten al desarrollo de la sociedad. “En los años anteriores, lo he hecho con los católicos que trabajan en el mundo de la política. Este año he centrado la mesa de diálogo sobre el tema de la economía, el tema de la empresa, el tema de los sindicatos (próximo 23 de julio). El objetivo es llegar a una mesa conjunta. La idea es que entre pares se puedan entender en los desafíos que tienen, en las posibilidades de desarrollo que presentan para la región y finalmente, lograr una mesa de diálogo donde empresarios y sindicatos se sientan juntos para ver qué cosas se pueden hacer, qué acentuaciones hay que llevar adelante para superar la crisis”, adelantó.

La intendenta regional, Jacqueline Van Rysselberghe, calificó la jornada como muy beneficiosa, especialmente por las características comunes de los actores. “Más allá del rol que les toca jugar, todos son cristianos. Lo importante es que quienes profesan la fe, tienen que darle un sello a la tarea que realizan, de manera que desde la fe contribuir a la reconstrucción”.

La autoridad pública manifestó que como Gobierno Regional le toca trabajar mucho con distintos actores, en que ha conseguido un consenso en torno a lo que es la reconstrucción, y a los planes para abordar la problemática. “Nosotros hemos solicitado hoy día que nos ayuden, no sólo a reconstruir, sino a generar un plan para que la reconstrucción esté orientada hacia un efectivo desarrollo. Hemos tenido muy buena recepción. Me parece que esta instancia de participación, que es muy importante, debiera terminar en planes concretos”

Para el gerente de la Cámara de la Producción y Comercio, Leoncio Toro, concluyó que el encuentro fue muy positivo en cuanto a conocer opiniones respecto a saber cuál debe ser el comportamiento general que debe tener el mundo empresarial.”Se escucharon opiniones que establecen siempre buenas intenciones. Lo importante es que se vayan materializando en la práctica, lo que no es fácil. Nosotros estamos convencidos que el mundo empresarial ha ido mejorando su accionar. Aunque falta mucho. Hay empresas con distintos comportamientos. Empresas que se portan muy bien y también hay empresas que se portan muy mal. Hay que lograr que las que se portan mal, se porten mejor”.

Fuente: Comunicaciones Concepción
Concepción, 02 de Julio, 2010
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