Mons. Pedro Ossandón llamó al diálogo y a detener los despidos
Mons. Pedro Ossandón llamó al diálogo y a detener los despidos

Con un llamado a promover el diálogo y a buscar las mejores iniciativas para enfrentar la reconstrucción de la zona afectada por el terremoto y maremoto y detener los despidos de trabajadores, el Obispo Auxiliar de Concepción, monseñor Pedro Ossandón presidió la eucaristía de la festividad de San José Obrero, en la parroquia Santa Cecilia, de Talcahuano, lugar elegido simbólicamente por ser uno de los más afectados por la catástrofe y mayor impacto por los despidos.

Asistieron a la celebración, autoridades encabezadas por la intendenta regional, Jacqueline Van Rysselberghe, parlamentarios y especialmente dirigentes de la CUT y trabajadores de distintos rubros.

Saludó y bendijo a los trabajadores, sus familias y organizaciones, especialmente a los de la región del Bio Bío. “La maravillosa buena noticia que celebramos hoy, en definitiva, es que, con la venida del Salvador, quien al hacerse uno de tantos, nacer, criarse y crecer como un hijo adoptivo de una carpintero - al que en Chile le llamamos con cariño ‘maestro chasquilla’ – Dios ha dignificado al trabajador y a su trabajo. Dios viene a nuestro encuentro naciendo no en una cuna de oro sino de piedra, no como un poderoso sino como un humilde y sagrado trabajador. El Hijo de Dios tiene toda ‘la pinta’ de un campesino de Coelemu o de un pirquinero del carbón”, comentó.
Imploró la gracia de mirar la realidad laboral, escuchando con atención a los mismos trabajadores de nuestra Región. “Digámoslo, claramente, el terremoto impactó, en su grado máximo, en el mundo del trabajo. La actividad industrial y productiva de nuestra Región, en especial la ubicada en el borde costero de nuestra Arquidiócesis, ha sufrido severos daños en su infraestructura y equipamiento. Grandes han sido los esfuerzos de todos los actores para superar esta grave crisis y damos gracias a Dios por estas inteligentes y bondadosas iniciativas”.

Dijo que en estas circunstancias difíciles es importante aplicar los principios de la Doctrina Social de la Iglesia, que llama a respetar la dignidad de toda persona humana, respetando sus derechos de participación activa y corresponsable.

“La dura realidad que nos toca enfrentar, ha puesto en riesgo un número de empleos que supera los 115 mil. Sólo en el sector pesquero industrial se habla de 5 mil despidos y en la pesca artesanal, de 4 mil afectados. Y varias de las comunas de las provincias de Concepción y Arauco presentaban los más altos índices de cesantías del país (sobre el 15 %), con su secuela de pobreza y desprotección social, que hoy se ha visto incrementada por esta nueva realidad. ¿Y cómo se observa que han sido las relaciones laborales en este escenario de crisis? Lo cierto es que la tragedia nos ha mostrado lo mejor y también lo peor de nosotros mismos. Hay experiencias hermosas y significativas de convivencia laboral y solidaridad en las empresas afectadas”.

Agregó que son muchas las empresas que se han organizado con sus trabajadores para proteger el empleo llegando a acuerdos para generar turnos y actividades que permitan la puesta en marcha de las empresas o desarrollando iniciativas, tales como, adelantar vacaciones o adecuar funciones. “Pero también hemos visto experiencias dolorosas y humillantes.

Hemos visto un número preocupante de despidos generados por el mal uso del artículo 159 N° 6 del Código del Trabajo. El que, como bien se sabe, permite a los empresarios, acogiéndose a la situación de catástrofe, desvincular a los trabajadores sin pagar ni mes de aviso, ni años de servicio. La Dirección del Trabajo ha reconocido que sólo en el mes de marzo y por la aplicación de este artículo se han despedido 8.758 trabajadores, el 85% de ellos en Concepción y Santiago en partes iguales. ¡Qué urgente se hace entonces procurar la institucionalidad mínima para proteger los derechos laborales!”, planteó.

Llamó a todos a colaborar en una cultura de diálogo social, que permita que en diferentes niveles se desarrollen instancias permanentes de diálogo, donde participen representantes de las empresas, de los trabajadores, con la participación de entidades gubernamentales. Enfatizó que “es bueno reanimar, sobre todo en estos tiempos de crisis y emergencia, la necesidad de una mayor organización y participación de los trabajadores (…) un llamado a los trabajadores a desarrollar actitudes que alejen del consumismo y derroche de recursos naturales hacia actitudes solidarias en el uso responsable de los bienes, dentro de un comportamiento ético que valore más el ser que el tener y que supere el mero afán de lucro o beneficio individual”.

Al término de la celebración, el Obispo bendijo a los trabajadores y sus herramientas de trabajo y agradeció especialmente el apoyo en alimentos no perecibles que diversas comunidades eclesiales entregaron durante la misa.

Fuente: Comunicaciones Concepción
Concepción, 01 de Mayo, 2010
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