Héroes Bicentenario de los trabajadores cabalgaron hasta la Catedral
Héroes Bicentenario de los trabajadores cabalgaron hasta la Catedral

La solemne eucaristía de San José Obrero, que presidió el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, fue precedida de una corrida de cuasimodistas que homenajearon a 5 héroes de los trabajadores, partiendo en la tumba de San Alberto Hurtado, pasando frente a La Moneda y culminando en la Plaza de Armas

Una columna de cuasimodistas y ciclistas partió a las 8:30 de la mañana desde el Santuario del Padre Alberto Hurtado y fue recogiendo en su camino los estandartes de 5 “héroes” chilenos que se destacaron por la defensa de la dignidad de trabajadores y trabajadoras: San Alberto Hurtado, Manuel Bustos, Tucapel Jiménez, Clotario Blest y monseñor Raúl Silva Henríquez.

En cuatro puntos de la ciudad se hicieron “estaciones” en la que se hicieron plegarias en las que los participantes destacaron las virtudes de los héroes. A las afueras de la tumba del santo jesuita, por ejemplo, el rector del santuario, padre Paul Mackenzie recordó que san Alberto Hurtado “Levantó su voz de profeta para decir que el amor de Cristo no se puede reducir a la caridad, y que la justicia como base de las relaciones sociales es requisito para llamarse un país católico”. Luego partieron los cuasimodistas al galope, encabezados por la histórica camioneta verde.

Al llegar a la iglesia del sagrado Corazón, en Alameda con Chacabuco, ex sede de la Pastoral Obrera dirigentes de la UNT y la CAT que esperaban en esa, la segunda estación, participaron de la oración, que dirigió el padre Alfonso Baeza. La figura cuyo estandarte levantaron los cuasimodistas, como héroe de los trabajadores de Chile, fue en ese lugar la del desaparecido líder sindical Manuel Bustos. “Estuvo comprometido profundamente con la unidad de los trabajadores de Chile, luchó para que superaran sus divisiones y reconquistaran sin violencia la democracia y logró liderar al movimiento sindical chileno, sin olvidar que el trabajador y también el empresario son su prójimo”, se dijo de él en ese lugar.

En la sede de la Agrupación Nacional de Empleados Fiscales, ANEF, los homenajeados, entre gritos de “¡Viva Cristo Rey!”, fueron Tucapel Jiménez y Clotario Blest. Raúl de la Puente, presidente de la ANEF, dijo en su oración, que “Tucapel supo vivir el servicio de forma admirable, hasta que su vida fue cegada incomprensiblemente. Fue un hombre vehemente, pero comprometido con la paz, un hombre sencillo, que llevó buenas noticias a los pobres, un hombre justo, que se granjeó el respeto de miles, de esos que él sentía su prójimo”. A continuación, la vicepresidenta de la CUT, María Rozas, elevó su plegaria recordando a Clotario Blest. “En tiempos violentos, Clotario fue un activo pacifista; cuando las divisiones enemistaban a los trabajadores, supo construir la unidad; en medio de la oscuridad, encendió la luz de la sabiduría. Los hombres y mujeres fueron sus hermanos, defendió sus derechos y predicó con su consecuencia”.

En cada estación, un dirigente cuasimodista recibió un estandarte con el nombre de cada héroe homenajedo. La columna de jinetes y ciclistas se desplazó por la calzada sur de Alameda hasta la sede de la Anef, luego por calle Tucapel Jiménez, Agustinas al oriente, Morandé al norte y luego por Catedral hasta las puertas del ex Congreso Nacional.

El último de los estandartes de los héroes de los trabajadores, en la antigua sede del poder legislativo, fue entregado por el Presidente del Senado, Jorge Pizarro junto a la Presidenta de la Cámara de Diputados, Alejandra Sepúlveda, y la oración la dirigió el Obispo Auxiliar de Santiago Cristián Contreras.

“En la casa del cardenal tuvieron cobijo, formación y consejo cientos de dirigentes sindicales. Supo gobernar a la Iglesia de Santiago entre vertiginosos tiempos de cambio y convulsiones sociales, promoviendo el diálogo y denunciando los atropellos a los derechos humanos. Su acción profética, a través de la Vicaría de la Solidaridad, pasó a la historia como un gran legado de humanidad, por su fe en Jesucristo” dijo el obispo, flanqueado por los parlamentarios que sostenían el quinto de los estandartes.

Los estandartes presidieron la celebración en la Catedral, hasta la que llegaron escoltados por decenas de jinetes, ciclistas de las colonias urbanas y las comunidades de trabajadores y por la camioneta verde del padre Alberto Hurtado.

Fuente: Vicaría Pastoral Social y de los Trabajadores
Santiago, 01 de Mayo, 2010
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