Mons. Goic: “Ésta es la hora de ponernos en el lugar de los que más sufren”
Mons. Goic: “Ésta es la hora de ponernos en el lugar de los que más sufren”

En su mensaje pascual, Mons. Alejandro Goic expresó que esta Semana Santa, cobra como nunca, su verdadero sentido y significado. “Las fuerzas de la naturaleza nos mostraron nuestra fragilidad y nos hace preguntarnos ¿dónde está nuestro tesoro? Nuestro tesoro es el Señor, el Resucitado, el Vencedor del mal, del pecado, de la muerte”.

¿Cómo vivir esa novedad de la Resurrección, aquí y ahora en Chile? se pregunta el obispo de Rancagua. A través de “la adhesión personal a Cristo, el Hijo de Dios y a su Evangelio es lo esencial. El gran llamado de Dios es a la santidad, a la mayor coherencia de vida con el Evangelio. A una conversión permanente”, responde el pastor.

En este tiempo de gracia de Misión Continental, la evangelización urge, asegura Mons. Goic, ya que la reconstrucción de una fe más honda y comprometida, de una mayor adhesión y amor a Jesucristo, de una vida según su querer, es prioridad. “La solidaridad efectiva y afectiva a todos los que sufren en las diversas formas que toma el sufrimiento humano, especialmente en las circunstancias dramáticas que viven miles y miles de chilenos”, agrega.

“Una expresión solidaria muy concreta de los que creemos en Jesús Resucitado y también de todas las personas de buena voluntad, es hacer todo lo posible por mantener las fuentes laborales de los trabajadores”, recalcó Mons. Goic, junto con invitar al cultivo de la virtud de la paciencia.

“La prioridad la deben tener los pobres: los que perdieron sus casas y sus escasos bienes necesitan soluciones dignas, urgentes, verdaderas. Los desafíos son gigantescos. Esta es la hora de la grandeza, de ponernos en el lugar de los que más sufren, es la hora del amor y de la unidad y no de la crítica estéril e infecunda que solo destruye y no construye. También la reconstrucción de nuestros Templos y Capillas es tarea y compromiso: son espacios de consuelo, de fraternidad compartida, de acogida de la Palabra de Dios y de la Gracia de los Sacramentos; espacios de realizaciones concretas de amor al prójimo”, concluyó el presidente de la Conferencia Episcopal de Chile.

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Fuente: Prensa CECh

Rancagua, 01 de Abril, 2010

Especiales de Iglesia.cl