El obispo de Rancagua declaró este Jueves Santo en entrevistas radiales que la Iglesia quiere apotar de un modo muy especial en estos días sagrados, llevando consuelo espiritual a quienes lo han perdido todo en el terremoto y maremoto del 27 de febrero.

Mons. Alejandro Goic invitó a vivir estos días con recogimiento y profundidad, y a quienes no comparten la fe cristiana, que traten de vivirlos con generosidad y solidaridad hacia quienes están sufriendo estos días.

"Es impresionante la serenidad con que la gente enfrenta sus dramas, han perdido su casa, sus enseres, pero siguen con esperanza. La Iglesia debe fortalecer esta esperanza desde la persona de Jesucristo", señaló el Presidente de la Conferencia Episcopal en entrevista con ADN Radio.

Agregó que hay un deseo de servir y generosidad: "Frente a una fuerza tan extraordinaria de la naturaleza, hemos recuperado algo que está en el corazón de todos: el deseo de ponernos a disposición de los demás. Esto nos leva a lo esencial, que no es la acumulación de bienes, sino el amor, la entrega y el servicio generoso a los más débiles.

En entrevista con radio Agricultura, Mons. Goic hizo un especial llamado a trabajar unidos por satisfacer las necesidades más urgentes de las personas más humildes en este tiempo, y a prepararnos porque ya luego viene el frío y la lluvia, y después empezar a trabajar en la reconstrucción material y espiritual. "Nadie está suficientemente preparado para enfrentar una tragedia como ésta", sostuvo.

Añadió el pastor que hay que saber leer el querer de Dios, y en ese sentido Semana Santa cobra una dimensión especial. "Por ejemplo, frente al despido de trabajadores, uno comprende que todos estamos afectados, pero la pregunta es cómo hacer un esfuerzo para evitar estas situaciones que generan tanta incertidumbre".


Abusos de sacerdotes: dolor y enérgica condena, pero cuidado con generalizar

Ante una consulta periodística sobre las diversas informaciones sobre casos de abusos sexuales que involucran a sacerdotes en otros países, Mons. Goic citó un reciente artículo de Mons. Fernando Chomali, obispo auxiliar de Santiago, titulado "Me duele el alma".

"Cómo no nos va a doler que hermanos sacerdotes -que por esencia nuestra vocación es servir y defender a los más debiles- hayan cometido estos errores. Son pecados graves desde un punto de vista moral y si hay hechos concretos la justicia debe sancionarlos", dijo el obispo de Rancagua.

Reiteró que la Iglesia condena absolutamente estos hechos dolorosos, pero no hay que olvidar que en el mundo hay cinco mil obispos y 400 mil sacerdotes. "Al generalizar se hace un grave daño", sostuvo.

Afirmó Mons. Goic que el criterio que ha imperado en la Iglesia en los últimos 30 años, con una línea muy clara de Juan Pablo II y de Benedicto XVI, es la mayor transparencia: "No podemos ocultar los delitos que se cometen y quienes sean acusados deben responder de ellos".


La Iglesia esta viva

Consultado por la audiencia con el Santo Padre que sostuvo la semana pasada junto al Cardenal Errázuriz, Mons. Goic relató que el Papa se conmovió al ver las imágenes de los daños y la magnitud de la destrucción.

Explicó que a nivel nacional y diocesano la Iglesia también está trabajando para enfrentar la situación de los templos. "La Iglesia esta viva en el corazón de los creyentes, y poco a poco iremos buscando apoyos y ayudas para resolver esto que es tan importante, porque el templo es un lugar de consuelo, de fraternidad".

- Nota periodística de ADN Radio

- Audio entrevista y nota periodística de Radio Agricultura

Fuente: Radios ADN y Agricultura, Prensa CECh