Como es tradicional en Jueves Santo, en las catedrales del mundo, se celebra la solemne Misa Crismal. En Santiago, será presidida por el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, a las 11:00 horas, en la Catedral Metropolitana.

La autoridad eclesiástica formuló una cordial invitación a los familiares, amigos, y a las comunidades parroquiales, de colegios católicos, movimientos apostólicos, y a fieles en general, para que acompañen a sus sacerdotes en la renovación de sus promesas, que cada año hacen ante su Obispo, en este caso ante el Cardenal Francisco Javier Errázuriz, al recordarse la institución del sacerdocio.

Durante esta misa, además, se bendicen los santos óleos y el crisma – por eso se llama Misa Crismal- que se usarán en los sacramentos del Bautismo, Confirmación y Unción de los Enfermos.

Solidaridad con sacerdotes damnificados
Con motivo de los efectos de terremoto, muchos sacerdotes quedaron con sus casas parroquiales, templos y capillas destruidas. Por esta razón en esta misa se llevará a efecto una colecta “especialmente destinada a nuestros hermanos sacerdotes damnificados”, señaló el Padre Julio Dutilh, encargado del Departamento del Clero de Santiago.
El Padre Dutilh dijo que “en este Año Sacerdotal, al que nos ha convocado nuestro Santo Padre, nos sentimos fuertemente interpelados por el Señor a fortalecer lazos de fraternidad, desarrollando una corriente de solidaridad con nuestros hermanos sacerdotes que han sido damnificados en las diócesis afectadas por el terremoto”.

La cruzada solidaria tiene el lema “Sacerdote ayuda a tu hermano Sacerdote”.
Toda otra ayuda, sea económica o de enseres, se puede hacer llegar a través del Departamento del Clero de las Vicaría Zonales. El destino de estos aportes será definido por el respectivo Obispo Diocesano.

Misa de la Última Cena del Señor

En la tarde de este jueves 1 de abril, a las 19:00 horas, también en la Catedral, el Arzobispo de Santiago preside la Misa de la Última Cena del Señor, que recuerda la institución de la Eucaristía. Es también el Día del amor fraterno y del lavado de pies, tal como lo hizo Jesucristo con los Apóstoles, enseñándoles el mandamiento del amor.

Fuente: Comunicaciones Santiago