La educación hermanada de la solidaridad y de la opción por los pobres y excluidos, en el itinerario de la Misión permanente, fue el sello del inicio del Año Escolar, celebrado este 19 de marzo, en el día de solemnidad de san José, esposo de la Virgen.

“Cada colegio tiene su historia particular simbolizada en el estandarte que cada cual trajo a este templo, pero hay una persona que nos reúne, que es la persona de Jesucristo que tiene su padre y su madre, que se preocupan de su educación”, dijo el P. Mario san Martín.

Con una homilía sencilla y cercana a los alumnos, profesores y Directores, junto a algunos padres y apoderados presentes en el Templo Catedral, el Padre Mario insistió en la importancia de la educación y de la vida familiar que requiere la disposición de dejarse acompañar.

“Ser modelo para los más pequeños; los hermanos mayores han de ser siempre ejemplo de fe, de vida y de comportamiento. De ahí la labor tan hermosa que tienen los educadores, hombres y mujeres con sus problemas y dolores, pero que encontraron en la vocación de educadores el sentido de su vida. Esa es la invitación, a formar en valores, a querer a sus hijos y alumnos, donde san José tiene que ser ese modelo de fe”, concluyó.

Asimismo, durante la eucaristía, el equipo coordinador del Departamento de Educación de la Diócesis agradeció el servicio pastoral y evangelizar de la Hna. Angela Martínez, Religiosa Idente que se desempeñó el año recién pasado a cargo del Departamento y que en los próximos días partirá a Filipinas, destinada por su Comunidad.

Fuente: Comunicaciones Valdivia