Dos mil familias de los sectores Los Copihues y Nueva Los Lobos, en la jurisdicción de la parroquia Santa Teresa de Jesús de Los Andes y familias de las poblaciones Gaete y Libertad, en el área de la parroquia Cristo Salvador, ambas de la comuna de Talcahuano, afectadas por el terremoto del 27 de febrero, recibieron cajas con alimentos de primera necesidad, gracias a la importante acción solidaria de la Fundación Palestina Belén 2000.

El aporte, proveniente desde Santiago, fue entregado personalmente por don Mario Nazal Momares, miembro fundador y actual director de la Fundación Palestina Belén 2000, junto a Emilio Gidi Samur, presidente de la Corporación Cultural Colegio Chileno Árabe de Chiguayante; sus directores Miriam Nazar Samur y Antonio Hananía Batshoum; el director de Colegio, Julio Gómez Santos, más profesores y alumnos que ofrecieron su servicio y palabras de apoyo a las personas afectadas.

El recorrido se inició en los cerros de Talcahuano, específicamente la parroquia Santa Teresa de Jesús de Los Andes. Allí se visitó el sector Los Copihues, como relata el párroco Pbro. Carlos Neira Prosser. “Son 650 casas aproximadamente, pero las familias son más porque hay muchos viviendo como allegados. Los vecinos han tenido una organización bastante buena, lo que da garantías de que todo lo que se entregue llegará directamente a la casa de los afectados”. El Padre Carlos agradeció el aporte, señalando que “es fundamental porque desgraciadamente con el desastre moral que vino después del terremoto con los robos, los vehículos que traían ayuda alcanzaron a llegar a la entrada de las poblaciones, donde eran asaltados por la muchedumbre. Por eso cuando nos llamó la Fundación Palestina Belén 2000 pensamos inmediatamente en el sector Los Copihues, porque las mujeres que viven aquí trabajan en las pesqueras que quedaron destruidas, los hombres en la construcción, son gente esforzada que ha construido con dignidad su vida”.

Dos de las personas que recibieron los alimentos fueron don José Caballero Huerta y la señora Elsa Muñoz. Don José, visiblemente emocionado, dijo “muchas gracias, porque lo necesitamos… yo estoy sin trabajo, mi hijo también porque su empresa ya no produce por lo que no tiene sueldo, y en el caso de mi hija el tsunami destruyó la pesquera donde trabajaba, así que quizá hasta cuándo tendremos recursos para sobrevivir”. Por su parte, la señora Elsa, en cuya casa se hospeda también la familia de su hija, agradeció las el aporte y las palabras de aliento, señalando que “la fe no nos abandona nunca”.

El día domingo 14 correspondió acudir hasta los sectores Gaete y Libertad, pertenecientes a la parroquia Cristo Salvador, cuyo administrador parroquial es el padre Miguel Almeida Ulloa. Él indicó que “es un signo poder ayudar a muchas familias. Las casas han permanecido en su lugar pero hay muchos problemas con los suministros, con la obtención de víveres necesarios para hacer una vida normal”.

En el sector Gaete se vivió una experiencia muy especial. Los alumnos del Colegio Chileno Árabe formaron equipos con la gente de la comunidad, y salieron a recorrer el sector para entregar personalmente la ayuda, hecho que los marcó profundamente. Por su parte, el directorio de la Corporación Cultural también recorrió las calles carretilla en mano, visitando a muchas familias que necesitaban un mensaje de apoyo y esperanza. Una de las alumnas voluntarias fue Valeska Monroy Montecinos, quien señaló que “para mí ha sido súper bonito, no me había tocado repartir las cajas a la gente en sus casas. Ver que uno puede cooperar un poquito y que la gente agradece mucho, que la ayuda de verdad les sirve para mí ha sido muy importante. Me impactó mucho ver el estado en que habían quedado algunas casas, las necesidades de la gente y las condiciones en que estaban viviendo. Ellos nos agradecían y valoraban mucho lo que les decíamos nosotros… eso para mí fue súper relevante”. Otro testimonio fue el que entregó la Hermana Luigina Lucchina, de la Congregación Hermanitas de Jesús en la parroquia Cristo Salvador: “yo estaba en la fila pasando las cajas como todos, y cuando veo el logo de Fundación Palestina casi se me cae la caja, pensando todo lo que sufrió y está sufriendo el pueblo palestino. Ver una entrega tan generosa y solidaria es admirable, es el gesto de solidaridad más grande que he visto en estos días. Esto me emociona tremendamente, y agradezco al pueblo palestino, a los que han permitido esto”.

La donación que hizo la Fundación Palestina Belén 2000 consistió en 16 toneladas de alimentos (2 mil cajas), que fueron entregadas en forma simbólica por uno de sus directores, don Mario Nazal Momares, al Arzobispo de la Santísima Concepción, Monseñor Ricardo Ezzati, en una visita protocolar efectuada el viernes 12 de marzo. La coordinación de la entrega en los sectores se efectuó en conjunto con el equipo de la Pastoral Social Caritas de Concepción y voluntarios de las respectivas comunidades.

Fuente: Comunicaciones Concepción