Nuestro Obispo Mons. Horacio Valenzuela Abarca nos ha invitado a mantener viva la fe, la esperanza y la solidaridad, recogiendo el testimonio de muchos hermanos que pese al sufrimiento se han apoyado en Jesús y en los hermanos.

Situación en la Diócesis

La Iglesia ha sido afectada directamente por este terremoto. Sacerdotes, religiosos (as), agentes pastorales han quedado sin casa. De 51 parroquias y santuarios de la Diócesis, catorce tienen daños irreparables: La Huerta del Mataquito, Curepto y Hualañé en la zona Costa. Jesús Obrero, Santuario El Carmen e Iglesia San Francisco en Curicó Ciudad. Sagrada Familia, Cumpeo en Curicó Rural; Los Doce Apóstoles (Apóstol Andrés, Apóstol Pedro) en la zona Talca Ciudad. Bajo Lircay, El Sauce, Maule y Colín en la zona Talca Rural; 18 parroquias se encuentran con daños severos y 19 sin ningún daño. 4 casas de los Hogares de Estudiantes que acogen a más de 200 jóvenes, también han quedado sin casa. También nosotros somos damnificados como pueblo.

Invitación a ponerse de pie

A pesar de toda esta situación, del dolor que implica y de las necesidades que surgen por la catástrofe, nuestra Iglesia nos invita a ponernos de pie, a mantener viva la esperanza y a fortalecernos desde la solidaridad, cercanía y comprensión. Nuestra gente ha sido afectada, por eso la Iglesia diocesana de Talca hace un llamado urgente a la solidaridad. Desde hoy, miércoles 03 de marzo, se pide a todas las personas que puedan ayudar con alimentos de primera necesidad como harina, leche, azúcar, fideos, aceite, té y café, que los lleven a las misas y celebraciones litúrgicas que se están realizando en las parroquias. En aquellas iglesias en que los daños son irreparables se están organizando en las escuelas cercanas, con la ayuda de la pastoral social. El domingo 07 de marzo en todas las misas y celebraciones se volverá a hacer esta invitación a solidarizar con los hermanos más afectados por el terremoto.

El Departamento de Pastoral Social, a través de los equipos de solidaridad, canalizará toda la ayuda que llegue a las diferentes parroquias y comunidades, para luego ser distribuida en canastas familiares a las personas afectadas directamente por el terremoto. También nuestra Iglesia está realizando, en coordinación con las autoridades, un catastro para cuantificar las familias que quedaron sin casa. A ellas, en una primera etapa, se les ayudará con la entrega de carpas y mediaguas, y después se les asesorará para la obtención de subsidios para adquirir una nueva vivienda.

En definitiva se espera la colaboración y solidaridad de todos, para tender una mano generosa a quienes más han sido afectados por esta tragedia. Que el Señor nos dé su paz en todo.

Fuente: Comunicaciones Talca