En entrevista con Canal 13, luego de visitar a heridos que se encuentran internados en Urgencia del Hospital del Salvador, en la tarde del pasado domingo, el Arzobispo de Santiago llamó a la solidaridad con las personas afectadas por el terremoto de la madrugada del sábado 27 de febrero, a través de la campaña organizada por Cáritas, la que está destinada a reunir alimentos no perecibles (arroz, leche en polvo, harina, fideos y aceite) y dinero. Este último se puede depositar en la cuenta Nº 1009-0 del Banco Santander, a nombre de Cáritas Chile.
El Cardenal Errázuriz resaltó, por otra parte, la necesidad de “incrementar el voluntariado, para que nadie se quede sin una persona amiga que se acerque, comparta con ella su dolor y le preste la ayuda que necesita. Nuestro pueblo tiene vocación de solidaridad no sólo en situaciones de dolor, sino en todo momento”.
Fe y fortaleza
El Arzobispo de Santiago afirmó que “nuestro pueblo es una pueblo con mucha fe y, por lo tanto, creo en la conducción de Dios, en la bondad de Dios, en la preocupación de él por la vida propia y de los demás y en la ayuda que van a recibir para poder salir de esta emergencia, como alguien me decía: ‘Si tengo salud, si tengo trabajo, ya saldré adelante’, luego de haber perdido su casa. Yo creo que es una actitud propia de nuestro pueblo y podemos contar con ella”.
Respecto de los saqueos y las ventas especulativas de productos de primera necesidad, dijo que “es una pésima imagen y realmente hay que decir que son unos sinvergüenzas. Para ser un momento de dificultades, aprovecharse de la debilidad, del trabajo de las instituciones, de las personas que están trabajando en los supermercados, para salir con beneficio propio mucho más allá de las necesidades, eso es condenable enteramente”.
Por último, reiteró su invitación a la solidaridad señalando: “Todos vamos en camino a otro mundo mejor donde no haya terremotos, erupciones, enfermedades, es una vocación de cielo. Pero para llegar al cielo Jesucristo nos dijo: ‘Tuve hambre y me diste de comer; estuve en enfermo y me visitaste; estuve en la cárcel, me fuiste a ver; no tuve vestido, tú me lo diste’. Ese es nuestro camino y en momentos como estos, aquellas personas que están bien que se prodiguen en beneficio de sus demás hermanos, que se dediquen a ayudar”.
Fuente: DOP www.iglesiadesantiago.cl