“Rezo por las víctimas y estoy espiritualmente cercano a las personas probadas por esta calamidad tan grave -dijo-; para ellas imploro de Dios alivio en el sufrimiento y coraje en esta adversidad”.
Ante miles de fieles congregados en la plaza de San Pedro, el Papa dirigió su pensamiento “a Chile y a las poblaciones afectadas por el terremoto, que ha causado numerosas pérdidas en vidas humanas e ingentes daños”.
“Estoy seguro de que no va a faltar la solidaridad de muchos, en particular de las organizaciones eclesiales”, destacó.
Además, en su saludo en español a los peregrinos, Benedicto XVI afirmó: “me siento particularmente cercano a la querida población chilena afectada por un gran terremoto en su País”.
“En un momento como éste -añadió-, brota espontáneamente una plegaria al Señor por las víctimas y un mensaje de aliento a todos para superar esta gran prueba”.
Fuente: www.zenit.org