La Iglesia de San Ignacio se colmó de fieles para despedir a quien fuera por 18 años capellán del Hogar de Cristo. La Misa de exequias fue presidida por el Cardenal Francisco Javier Errázuriz.

La eucaristía fue concelebrada por Monseñor Alejandro Goic, Obispo de Rancagua y Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile; y por el Superior Provincial de la Compañía de Jesús en Chile, Padre Eugenio Valenzuela. También participaron de la misa los obispos Horacio Valenzuela, Tomislav Koljatic, Juan Barros, Andrés Arteaga y Fernando Chomali; y más de cien sacerdotes, diocesanos y de diversas congregaciones religiosas.

Al inicio de la misa, el P. Eugenio Valenzuela leyó una carta del Nuncio Apostólico en Chile, Monseñor Giussepe Pinto, en la cual el Santo Padre enviaba una especial bendición al P. Poblete. Por su parte, el Cardenal Errázuriz invitó a los fieles a agradecer a Dios por todos los dones que recibimos a través de la vida de quien fuera por 18 años capellán del Hogar de Cristo. En emotivas palabras el Arzobispo de Santiago destacó el amor a Jesucristo, a la Iglesia y a los más pobres que lo caracterizó.

A la misa asistieron numerosas autoridades, encabezadas por el Ministro del Interior, Edmundo Pérez. También concurrieron dirigentes políticos, parlamentarios, dirigentes políticos; delegaciones de cuasimodistas, del pueblo mapuche y grupos de emigrantes y cientos de fieles de las más diversas condiciones sociales.

Agradecer su entrega

“Nos reunimos esta tarde para celebrar la pascua del Padre Renato Poblete, queremos celebrar y agradecer su vida, su entrega, su consagración. Su muerte nos convoca y nos permite agradecer lo que mucho que Dios nos regalo en este gran hombre. Celebramos su partida con dolor, lo echaremos de menos, pero al mismo tiempo celebramos con gratitud y paz, con gratitud por lo mucho que recibimos de él, con paz porque tenemos la certeza de que así como ha compartido la muerte de Jesús compartirá con él la Resurrección”, dijo el Padre Eugenio Valenzuela s.j., quien tuvo a su cargo la homilía de la misa fúnebre.

“Su muerte-agregó el provincial de los jesuitas- nos pone ante una verdad muy profunda, somos hombres y mujeres de paso, estamos en camino, somos peregrinos, somos frágiles. La muerte es un paso más en ese caminar, un momento profundo verdad, de verdad con nosotros mismos, con los demás y con Dios. Esta tarde queremos mirar a Dios con sencillez y agradecer por la vida de este hombre, por su vocación sacerdotal, por su entrega como jesuita, por su amor a la Iglesia, por su deseo de solidaridad, por la pasión que tenía por mostrarnos al Padre Hurtado”.

En otra parte de su homilía, el padre Eugenio Valenzuela recordó que en el Hogar de Cristo el P. Poblete encontró una escuela que le enseñó a estar más cerca de los pobres. “Hoy queremos celebrar la Pascua de Renato, la vida de un hombre que consagró su vida a ser puente en una sociedad fracturada, uno que decía de sí mismo ‘siempre he luchado para romper los muros que torpemente nos dividen y nos aíslan. He tratado de crear unidad, sin desconocer nuestras diferencias y nuestras heridas. Y espero que mi vida sea factor de unión y reencuentro entre los chilenos’. Lo suyo era reconciliar, acercar mundos”.

“Renato, ya era tiempo de volver al padre, viviste y moriste en Cristo, descansa en paz y goza de la paz de tu Señor y que seamos otros los que tomemos la bandera de tus luchas por el bien de los más pobres y la unidad de nuestro país”, termino diciendo en su homilía un emocionado P. Valenzuela.

La misa concluyó con el rezo del responso fúnebre. Mientras el coro entonaba “Yo volveré a cantar al amor y a la esperanza. Yo volveré a cantar los caminos de la paz”, los cientos de fieles rompieron en aplausos y muchas lágrimas de gratitud de vieron en los rostros de los asistentes. A la salida del templo el homenaje de las floristas. En medio de pétalos de flores el ataúd fue colocado en la tradicional camioneta verde del P. Hurtado, la que traslado los restos mortales del P. Renato hasta el frontis del santuario del santo chileno. Desde ahí fue traslado en carroza hasta el cementerio de los jesuitas ubicado en el Centro de Espiritualidad San Ignacio, en la comuna de Padre Hurtado, donde fue sepultado ya en el atardecer del viernes 18 de febrero. En el cementerio fue despedido con emotivos discursos, a cargo del Ministro del Interior, Edmundo Pérez, y del Presidente electo, sebastián Piñera, entre otros oradores.

Fuente: DOP Santiago - www.iglesiadesantiago.cl