Como “una gracia que Dios nos da para que el camino de nuestra vida cristiana se dirija con mayor entrega hacia una vida que se conforta aún más con Jesucristo”, Monseñor Ricardo Ezzati, Arzobispo de Concepción invitó a vivir esta Cuaresma, durante la celebración de la eucaristía del Miércoles de Cenizas en la Iglesia Catedral.

Señaló que “la meta es hacer que nuestra vida cristiana muestre signos de la vida nueva que Dios nos da, fruto de la muerte y resurrección de nuestro Señor Jesucristo y este tiempo nos ofrece tres pedagogías para llegar a esta meta para poner en práctica en nuestra vida cotidiana”.

La primera “es estar atentos con los oídos y el corazón abiertos para escuchar la Palabra de Dios, donde nos indica el camino de la vida, y nos invita a discernir lo que nos lleva a la vida y lo que nos lleva a la muerte y a la perdición”. “Tenerla abierta en nuestras manos con fe e inteligencia para descubrir en ella el camino de vida que Dios nos otorga, ojalá que todos los días podamos dedicar unos momentos a leer la Palabra de Dios y ver cómo podemos aplicarla en nuestra vida y así fortalecer nuestra identidad cristiana que nos hace discípulos del Jesucristo”.

La Cuaresma también nos llama a la oración como una segunda pedagogía “ sin oración es imposible alcanzar la vida cristiana, ya que es una gracia que nos pone en comunión con el Señor”.”Que este tiempo sea para cada uno de nosotros, un tiempo para vivir con mayor intensidad el diálogo con el Señor y detenernos ante Dios sacramentado en la eucaristía, porque cuando estamos en oración delante del Señor podemos comprenderlo todo, el amor que Él nos tiene y la debilidad de nuestra vida humana”.

La tercera es “la práctica más intensa de la caridad, del amor cristiano; estamos llamados a dar signos más fuertes de comunión con los hermanos, a ejercitar la apertura de nuestros ojos y corazón hacia los hermanos y hermanas, en especial hacia los que sufren necesidades y pobreza, y así abrir nuestro corazón a la solidaridad. “Los obispos de Chile invitamos a hacer de Chile una mesa para todos. “Esta campaña de Cuaresma va orientada a los jóvenes que viven situaciones de dificultad, los jóvenes son la esperanza de nuestra familia y de nuestra sociedad”.

Agregó que “después de un discernimiento prolongado el comité permanente de los obispos de Chile ha decidido que durante los próximos tres años la Campaña de Cuaresma de fraternidad sea destinada a esta porción de nuestra sociedad. “También en nuestra diócesis encontramos jóvenes que están viviendo dificultades, queremos abrir los ojos ante esta realidad con el fin de hacernos cargo respondiendo con solidaridad”.

Después de su homilía Mons. Ezzati junto a los presbíteros Ángel Jiménez y Boris Santana impuso las cenizas a los fieles que celebraron la eucaristía. Al término de la misa se repartieron las cajitas y el material de la Campaña de Cuaresma.

Fuente: Comunicaciones Concepción