"Humanizar la globalización" es el lema que destaca, en su portada, la edición 265 de la Revista SERVICIO, publicación de la Conferencia Episcopal de Chile.

El Obispo Secretario General de la CECH, Mons. Cristián Contreras Villarroel, escribe en el artículo editorial, que "no podemos ni debemos jamás acostumbrarnos a los dramas de la humanidad; debemos, por el contrario, ser solidarios y dadores de sentido en medio de ellos".

Plantea Mons. Contreras Villarroel que la globalización nos urge a convertirnos en buenos samaritanos, en ser compasivos con los sufrimientos de los cercanos y los lejanos.

La edición de SERVICIO incluye, además, tres escritos que profundizan en las repercusiones pastorales de la Globalización.

En el artículo "Globalizando la solidaridad", Mons. Diarmuid Martin, Arzobispo Coadjutor de Dublín, recuerda que la Iglesia no está ni en favor ni en contra de la globalización.

Plantea Mons. Martin que la Iglesia debe evitar la discusión acerca de la globalización en términos ideológicos. "El interés de la Iglesia por la globalización no debe centrarse sólo en el factor exclusión, sino que debe orientarse hacia respuestas que refuercen la integración", argumenta.


Globalización y solidaridad

En otro de los artículos, titulado "Globalización e Inculturación", el P. L. Stanislaus, svd. escribe que la globalización, tal como se da hoy día, conduce a la marginación de lo local: "lo local debe ser sacrificado en el altar de lo global".

Considera el autor que si la velocidad se calcula en billonésimas de segundo, habrá que facilitar la formación de una mentalidad o de un ambiente capaz de lanzarse a empresas misioneras revolucionarias; de lo contrario, la Iglesia se quedará atrás.

"La Iglesia puede indicarnos cuáles son los medios concretos que pueden ayudar a la gente a crear esas nuevas comunidades globales, basadas en la justicia, la libertad y la convivencia", plantea.

Concluye el P. Stanislaus que cuando los verdaderos valores humanos de verdad y servicio, amor y compasión están siendo amenazados, una revolución cultural, constantemente alimentada por la fe, puede ser la respuesta sólida que la inculturación ofrece a las situaciones humanas.

El tercer artículo se refiere a los Tratados de Libre Comercio y sus consecuencias en el mundo de los temporeros. Es un extracto de una presentación de la directora del PET (Programa de Economía del Trabajo), Carmen Espinoza.

Plantea la profesional que, si bien el impacto que han tenido los TLC ha sido macroeconómicamente muy importante para el país, el beneficio que pudieran tener las mujeres y hombres más pobres no ha llegado.

"Si en Chile hoy día en el trabajo de temporada tenemos trabajando a niños (…), eso no podría ser reclamado ni por las mujeres trabajadoras que llevan a los niños ni por los dirigentes sindicales, ni por las centrales sindicales, ni siquiera por la Iglesia, sino que sólo podría ser reclamado por el Estado norteamericano", explica la autora.

Concluye que no nos podemos quedar siendo cómplices de los maltratos y abusos, y de este “exitismo” que vemos en los medios de comunicación.

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Fuente: Prensa CECH