En su mensaje, Monseñor señaló que “Dios ha venido a caminar con nosotros, en nuestra propia historia. En esta fiesta tan significativa para quienes seguimos a Jesucristo, deseo llegar al hogar de cada uno de ustedes y desearles la sobreabundante bendición que brota del corazón de Dios, cuyo Hijo único se ha hecho hombre para compartir nuestros pasos y hacernos partícipes de su vida divina”.

“Saludo a los niños y los invito a acercarse al pesebre”, agregó el Pastor de los católicos de Concepción, llamando, además, a los jóvenes especialmente a quienes “este año, han peregrinado a Yumbel, expresando su ardiente deseo de encontrar y de contemplar el rostro del Dios vivo… Queridos jóvenes, ustedes saben que Jesús es el rostro del Padre, del Dios vivo. “quien me ve a mí, ve al Padre”, “Yo y el Padre somos una sola cosa”… Acérquense a El con la fe sencilla y generosa de los pastores y con la inteligente sabiduría de los sabios de Oriente: en la sencillez del Niño de Belén encontrarán el rostro de Dios, el don más grande al que pueden aspirar y que da sentido a todos sus anhelos de libertad, de amor, de fiesta, de verdad y solidaridad.

En su mensaje a los trabajadores, precisó que “con su esfuerzo diario buscan a acopiar lo necesario para la vida de la familia. Sé, apreciados amigos, de sus dificultades y de sus aspiraciones. Sé que buscan dignificar, más y más, su trabajo y las condiciones que permitan hacerlo más humano y una colaboración valiosa para el bienestar de todos. A ustedes también los invito a acercarse a la cuna de Jesús: es el “Hijo de Dios”, hecho “hijo del carpintero”, que trabajando con sus manos, se ha hecho solidario de cada obrero, de sus fatigas, de su cansancio y de sus esperanzas.

Finalmente, con mi saludo de bendición deseo llegar a todas y a todos quienes habitan en nuestra Región: a las autoridades que nos gobiernan, a los empresarios y comerciantes, a los educadores, comunicadores sociales y servidores públicos. Para todos, Feliz Navidad. El Señor llene sus vidas, y la de sus familias, de abundantes bendiciones; les traiga paz al corazón y afiance su compromiso de servicio generoso al bien común, especialmente de los más marginados”.

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Fuente: Comunicaciones Concepción