Con la mirada alegre y llenos de sonrisas, los niños inmigrantes recibieron a Mons. Marco Antonio Ordenes Fernández, Obispo diocesano, acompañado por los sacerdotes Franklin Lusa y Ricardo Guesser, cuando ingresó en la Iglesia Cristo de Emaús, llevando en sus brazos una pequeña imagen del Niño Jesús. Con ello, el obispo dio inicio a la celebración Litúrgica de Navidad del los Niños Migrantes, organizada por la pastoral de migraciones de la diócesis de Iquique, delegación INCAMI.

Luego de ubicar la imagen del Dios Niño sobre el altar del templo, no se hicieron espera respuestas como: “… ¡¡Belén!!…” “…¡¡María!!…” “…¡¡José!!…” “…¡¡para salvarnos!!…” “… ¡¡¡para llevarnos al cielo¡¡…” que al unísono gritaban, cuando preguntaos por los celebrantes, los más de 200 niños allí presentes.

Hijos de inmigrantes bolivianos, colombianos y peruanos en su mayoría, fueron los mismos niños quienes rezaron, pidiendo a Jesús por la Iglesia, por el Santo Padre Benedicto XI, por nuestro Obispo Marco, y todos los Pastores de la Iglesia: “para que el Niño Dios los llene de su Gracia y Bendiciones; por la Iglesia diocesana de Iquique: para que siga acogiendo a quienes llegan de lejos; por nuestros gobernantes: para que a ejemplo de Jesús se preocupen de los más pobres y necesitados; por nuestros hermanos que más sufren: por enfermedad, por falta de libertad, por falta de trabajo, por algún tipo de violencia, por soledad o por incomprensión; por toda la comunidad de migrantes de Iquique, para que seamos constructores de paz, unidad y solidaridad, y nos ayude a vivir en esperanza y amor; y por los niños migrantes de Iquique, que a ejemplo del Niño Jesús sepan, valorar y nunca olvidar a sus familias: abuelitos, padres, hermanos y hermanas”.

Luego de rezar a Dios, los niños inmigrantes ofrecieron regalos a su amigo Jesús: flores, juguetes, alimentos y un beso de acogida, lleno amor y de cariño en las manos, pies o en la carita de la imagen del niño, la cual nos recuerda que Dios, al nacer entre nosotros, también se hizo inmigrante.

Al finalizar la celebración litúrgica, acompañados de sus mamás, se dirigieron al patio anexo a la capilla, donde los esperaba el equipo de pastoral de migraciones y los papás del EPE, quienes distribuyeron helados, golosines y regalos varios a los invitados.

Esa tarde de domingo, con sus dos momentos, de oración y de distribución de regalos, tuvo un significado todo especial al Equipo Pastoral de Migraciones de la diócesis de Iquique, quien aprovecha para “agradecer –dijeron- a los cónsules de Perú y Bolivia, a la colonia de colombianos residentes, al equipo de papas del movimiento salesiano EPE, a la imprenta El Salitre y a todos los que desinteresadamente nos colaboraron para que la celebración de esta Navidad, marcase de modo muy particular a los niños inmigrantes de nuestra diócesis”.

Fuente: Comunicaciones Iquique - INCAMI