Indicó que se sentía muy contento por cumplir con este deber ciudadano y lo definió como un acto de gran responsabilidad. Sostuvo que para Chile es un día importante, “porque no sólo está en juego la elección de una persona, sino que también está en juego la vida ciudadana del país”.

Estimó que es importante quién asuma el gobierno, “para que lo pueda hacer de acuerdo a la orientación del bien común y de acuerdo a los grandes valores humanistas cristianos que están en el corazón de todo el pueblo chileno”.

Comentó que en el último tiempo, como arzobispo ha hecho presente con mucha fuerza, en esta zona, que el desarrollo que se limite sólo al desarrollo económico finalmente se vuelve en un desarrollo contra el hombre y la sociedad. “Necesitamos caminar hacia un desarrollo pleno, lo que significa también en un buen desarrollo económico, pero también un desarrollo de los valores sociales, de la solidaridad, de los valores espirituales. La persona humana y la sociedad crecen en la medida en que todos estos valores son cultivados y forman parte del proyecto de Chile, que soñamos especialmente a partir del Bicentenario”.

Fuente: Comunicaciones Concepción