La misa fue concelebrada por el obispo auxiliar de Santiago, Mons. Andrés Arteaga; el obispo auxiliar de Valparaíso y Secretario General de la CECh, Mons. Santiago Silva; el Vicario de la Zona Norte de Santiago y delegado episcopal para el Diaconado Permanente, Mons. Rafael Hernández; el párroco de La Natividad, Pbro. Luis Peña, junto a varios sacerdotes y diáconos y la participación de numerosos laicos.

La homilía estuvo a cargo del propio Palet, quien destacó el modelo de vida que nos ofrece la Iglesia con San Juan Diego Cuautlatoatzin, cuya Misa de su Memoria se celebró en la oportunidad: "Era laico, pero sospecho que si en esos tiempos hubiera estado ya restaurado el ministerio del Diaconado Permanente en la Iglesia, tal como lo entendemos hoy, pudo haber sido ordenado Diácono Permanente. A su modo, en su tiempo, ejerció el ministerio de la Palabra, el servicio al Altar, y el servicio de la koinonía en la construcción de la comunidad y el servicio de la Diakonía en la atención a los necesitados de ayuda espiritual y material. Sería, me imagino, un santo diácono".

Añadió el diác. Palet que la Misión Continental que vive la Iglesia desde Aparecida es una exhortación a proclamar, sin miedos y con la convicción del propio testimonio de vida, que "entre nosotros está Dios, disponible para acoger a todos con corazón misericordioso".

Manifestó que el desafío de los diáconos permanentes y sus esposas es estar en la vanguardia de esta transformación personal, pastoral y eclesial que es la Misión Continental entre nosotros: "Si queremos que la Iglesia sea profética en nuestros tiempos, tendremos que dedicar mucha mayor atención, energías y recursos a revisar nuestros habituales trabajos pastorales para innovar y ocuparnos mucho más de quienes se encuentran alejados, y especialmente aún de quienes van quedando marginados en una sociedad que sólo valora a los "grandes" y deshace a los "pequeños". Tendremos que hacernos cada vez más servidores de quienes sufren y son despreciados, ya sea moral o materialmente, por las consecuencias de aquellos cambios sociales y culturales de nuestra época que son deshumanizantes. Acompañándolos y acogiéndolos en nuestro seno, como corderos perdidos o recién nacidos".

Junto a Eliana Araneda de Palet estaban los hijos del matrimonio y varios nietos. También concurrieron numerosos amigos, especialmente diáconos y candidatos al Diaconado en la Zona Cordillera.

Al término de la Eucaristía, el Arzobispo de Santiago agradeció el fecundo servicio y testimonio del diácono Palet en las diversas responsabilidades pastorales que ha tenido en estos 30 años, destacando su permanente disponibilidad, abnegación, celo pastoral y, ante todo, su enorme amor al Señor y a la Iglesia. En nombre de la Iglesia de Santiago y de Chile, el Cardenal Francisco Javier Errázuriz agradeció al diác. Palet su generosidad y entrega.

Posteriormente, el diác. Palet expresó sus agradecimientos a los obispos, sacerdotes y diáconos presentes, a las personas que le han hecho llegar su cariño, a los diáconos de su comunidad, a los compañeros de trabajo en la Conferencia Episcopal, al párroco y comunidad de La Natividad, entre otros: "Doy gracias al Señor por los tiempos en que nos ha tocado vivir para encontrarnos con Él y para anunciarlo, y le pido la lucidez y la fortaleza para llegar a ser, según nuestra realidad personal, mejores discípulos misioneros suyos para estos tiempos (...) Y muy especialmente doy gracias y alabo incansablemente al Señor por su inmenso amor, encarnado para mí en la Eliana, en nuestros hijos e hijas, nietos y nietas, y en el ministerio diaconal que nos ha concedido", concluyó diciendo.

El diácono Enrique Palet y su esposa Eliana

Enrique Palet es descendiente de catalanes. Nació en Concepción el 7 de abril de 1940. Estudió Periodismo en la Universidad de Concepción. Egresó en 1966 y ejerció la profesión periodística en los diarios El Sur y Crónica de Concepción; también en Radio Cooperativa de la misma ciudad.

Eliana es profesora y catequista. Estudió en el Colegio Internado de la Inmaculada Concepción, en la capital penquista, y posteriormente en la Universidad de Concepción. Hizo cursos de Teología para Laicos en la Pontificia Universidad Católica de Chile y de Catequesis en la diócesis de Talca. Se especializó en Educación de la fe de párvulos, y en acompañamiento pastoral de las educadoras de párvulos y de los padres de familia.

Eliana y Enrique se conocieron en Concepción a fines de 1961. Fue en un Pensionado universitario de la congregación de los Sagrados Corazones, donde vivía Enrique. Allí también vivía Enrique Araneda, hermano de Eliana, quien estudiaba Odontología.

Pero el episodio más significativo ocurrió en Coronel, cuando el párroco, P. Alfredo Salgado, les solicitó a ambos, separadamente, que lo acompañaran en un retiro con alumnas y alumnos del Colegio mixto de Coronel, que él dirigía. Enrique era quien acompañaba a los muchachos y Eliana a las niñas.

Pololearon dos años y se unieron en matrimonio el 4 de abril de 1964, en la capilla de la casa arzobispal de Concepción. Bendijo el matrimonio el P. Pedro Azócar, ss.cc.

Vivieron en Concepción hasta 1971, año en que se trasladaron a Santiago. En la capital Enrique trabajó en la Corporación de Promoción y Desarrollo Juvenil y fue Director Ejecutivo de la Fundación para el Desarrollo. Eliana dedicó varios años a su familia y luego, en 1979, se integró al equipo docente del Colegio Saint George.

El 9 de diciembre de ese mismo año Enrique fue ordenado Diácono Permanente por el Cardenal Raúl Silva Henríquez, Arzobispo de Santiago. Fue Secretario Ejecutivo de la Vicaría de la Solidaridad entre mayo de 1981 y marzo de 1989.

Los Palet Araneda se trasladaron a Holanda en 1989. En Europa permanecieron hasta 1991. Enrique trabajó como asesor de la Organización Católica holandesa de Cooperación para el Desarrollo.

A su regreso, Eliana retornó a la docencia en el Colegio Saint George y, luego de jubilar, en 1996 se integró al Colegio San Esteban. En los últimos años ella ha publicado numerosos artículos sobre la educación de la fe en los niños. Enrique, por su parte, asumió como Secretario General de Pastoral del Arzobispado de Santiago, cargo que ejerció hasta marzo de 2003, y desde junio de 2002 es el Secretario General Adjunto para Gestión y Comunicaciones de la Conferencia Episcopal de Chile.

Como matrimonio han colaborado en las parroquias Inmaculada Concepción y Juan XXIII (hoy San Juan) de Vitacura, Santa Bernardita, Nuestra Señora de las Mercedes de Los Castaños, San Pedro de Las Condes, la Parroquia Hispanoparlante de Rotterdam y actualmente en La Natividad del Señor, en La Reina.

- Texto homilía

Fuente: Prensa CECh - DOP Santiago