Líderes empresariales y sindicales debaten en torno a diálogo social en conferencia organizada por USEC
La Unión Social de Empresarios Cristianos, USEC, convocó a los cuatros actores que integran el Diálogo social – empresarios, sindicatos, gobierno e Iglesia – en una jornada en que se analizó la importancia de que líderes empresariales y trabajadores aúnen posiciones para llegar a acuerdos en temas de interés mutuo.
Con el fin de crear instancias que ayuden a quebrar la lógica de los prejuicios y avanzar hacia el diálogo social con relaciones laborales sólidas, modernas, constructivas y productivas, USEC realizó la conferencia “Diálogo Social: ¿Sabemos Conversar?”, que contó con la presencia de más de 150 asistentes.
La ocasión contó con las exposiciones de Andrés Concha, Presidente de Sofofa; de Diego Olivares, presidente de la Unión Nacional de Trabajadores (UNT) y del P. Rodrigo Tupper, Vicario Pastoral Social y de los Trabajadores, mientras que las palabras de apertura estuvieron a cargo de Rolando Medeiros, Presidente USEC; de la ministra del Trabajo y Previsión Social, Claudia Serrano; y de Guillermo Campero, consultor de la OIT.
En la oportunidad, la ministra del Trabajo y Previsión Social, Claudia Serrano, se refirió a la crisis económica de este año desde el punto de vista laboral, subrayando que gracias a haber instalado espacios de dialogo, confianza y cooperación entre empresarios, y gobierno oportunamente - priorizando el hecho de conservar los puestos de trabajo - fue un gran aporte en el objetivo de salir airosamente de la crisis.
“Diálogo social no son palabras de buena crianza y es tan importante como el avance tecnológico, el crecimiento económico o como el capital financiero (...). El tremendo desafío que tenemos es, de una manera conductista, sentarnos a conversar empresarios y trabajadores”, manifestó. Asimismo, dijo que el diálogo social es un imperativo de desarrollo económico y de paz social.
En tanto, Rolando Medeiros, presidente USEC, indicó que los dirigentes tanto de empresa como sindicales “no debemos olvidar que nuestra posición de liderazgo nos ha sido dada para servir y trabajar eficazmente por el Bien Común, asumiéndolo más que como un deber, como una vocación”.
El presidente de Sofofa, Andrés Concha, por su parte coincidió con las palabras de la ministra, añadiendo que “se debe buscar la forma de enterrar conflictos y avanzar hacia un diálogo social que sea productivo y que nos permita cumplir con los requerimientos de crecimiento económico que necesita el país”.
Agregó, como representante de los empresarios, que siempre van a estar disponibles a realizar un trabajo responsable en equipo con foco en superar dificultades y con visión de largo plazo.
Guillermo Campero, representante de la OIT, en tanto, destacó que el diálogo social, como capacidad de entenderse, “tiene que convocarnos a acciones efectivas y tenemos que ser capaces de comprender los conceptos e ideas para poner esto en la vida práctica de los trabajadores, empresarios, gobierno y otros sectores”.
El presidente de la Unión Nacional de Trabajadores, UNT, Diego Olivares se refirió a rol de los sindicatos en el diálogo social, añadiendo que se necesitan sindicatos renovados capaces de mostrar que la cooperación es más eficiente que el conflicto y la solidaridad más poderosa que el individualismo.
También hizo alusión a la necesidad de modernizar tanto las relaciones laborales como a la gestión de los empresarios, tomando en cuenta la existencia de un sistema laboral muy heterogéneo, en que la realidad de grandes, medianas y pequeñas empresas es muy diferente.
“Desde la realidad empresarial se debe asumir que el diálogo y la participación son la fuente de crecimiento de la empresa y de desarrollo de sus trabajadores”. Finalizó su presentación enfatizando que “podemos y debemos conversar”, respondiendo a la pregunta del título de la conferencia.
Desde la mirada de la Iglesia, el padre Rodrigo Tupper, Vicario de las Vicarías Pastoral Social y de los Trabajadores, se refirió al significado global de diálogo citando al Papa Pablo VI, quien definía el diálogo a partir de las siguientes características: claridad, que supone capacidad de comprensión; mansedumbre, que implica ser más comprensivo que orgulloso; confianza, tanto en el valor de la palabra propia como en la actitud para aceptar la del interlocutor; y prudencia que nos invita a actuar de forma justa, adecuada y con cautela.
“Cultivar la vocación dialogal significa sentarnos en una misma mesa del desarrollo y que no haya mesas del ‘pellejo’ ni mesas cojas. (Debemos) construir puentes y no derribarlos. Construir la sociedad que anhelamos es una tarea eminentemente humana y a través del diálogo podemos ayudarnos a marchar juntos en la dirección correcta”, puntualizó.
Finalmente, los asistentes realizaron un trabajo en mesas en que pudieron plantear sus preguntas e inquietudes a los panelistas.
Fuente: USEC
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